Entramos en la mansión donde Liam Payne vivió sus últimos días: 1,6 millones por vivir en 'el pueblo de los caballos'
- El exintegrante de One Direction falleció unas semanas después de mudarse con su novia a esta mansión de Florida
Informalia
La mansión donde Liam Payne vivía con su novia, la influencer Kate Cassidy, en Florida, se ha colado en el mercado inmobiliario. En ella vivieron apenas unas semanas, pues se mudaron poco antes del fallecimiento del cantante el pasado mes de octubre.
La vivienda se alquila por 9.500 dólares mensuales, es decir, por unos 8.947 euros, y está valorada en 1,73 millones de dólares (1,63 millones de euros). Forma parte de una urbanización en Wellington, un enclave exclusivo de Florida conocido como Horse Town USA (El pueblo de los caballos).
Unos días antes de su muerte, el exintegrante de One Direction compartió unos vídeos en sus redes sociales donde mostraba la propiedad, que cuenta con cinco dormitorios, seis baños, una piscina de agua salada y cascadas. Junto a la casa, Payne y Cassidy disponían de una cancha de tenis, un gimnasio y un spa.
La vivienda, de paredes y tejado de color blanco, está rodeada por un amplio jardín con palmeras. Como se aprecia en las fotografías publicadas en el portal inmobiliario, posee un balcón que descansa sobre un arco de entrada, al lado de una torreta circular que tiene al menos tres niveles de altura.
La novia de Payne se encontraba en esta casa la noche que él falleció tras precipitarse desde un tercer piso. Llevaba unos días alojado en un hotel en Buenos Aires, y la noche de su fallecimiento se encontraron diversas drogas en su dormitorio, desde cocaína hasta crack.
La fiscalía pública de Argentina informó este lunes en un comunicado que la muerte del artista de 31 años no se consideraba un suicidio. "Aunque aún deben analizarse otros antecedentes médicos del historial clínico de la víctima, el fenómeno de la falta de defensa o reflejo de autopreservación en la caída, junto con otros datos relevantes de su consumo, nos permiten concluir que Liam Payne no estaba plenamente consciente o experimentaba un estado de disminución notable o pérdida de conciencia en el momento de la caída", explicaron. Se descarta "la posibilidad de un acto consciente o voluntario". "En el estado en que se encontraba, no sabía lo que estaba haciendo ni podía entenderlo".