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Libro, tumbona y piscina: Tamara Falcó presume de su exclusiva terraza en el centro de Madrid


Informalia

La hija de Isabel Preysler está de vuelta en Madrid tras disfrutar de un exclusivo viaje a París con su marido para celebrar su primer aniversario de boda. A pesar de los lujos de los que ha disfrutado en la capital de la moda, Tamara Falcó ha confesado que se alegra de estar de vuelta en casa y ha aprovechado para contar a sus seguidores en redes sociales cómo afronta la ola de calor que asola la Península estos días: con una refrescante piscina privada en la terraza de su ático. Digno de una marquesa.

Desde que se mudara a la casa que el arquitecto Joaquín Torres diseñó para ella, Tamara ha mostrado algunos rincones del hogar que comparte con su marido, Iñigo Onieva, como la amplia cocina o el cuidadísimo salón. Sin embargo, es la primera vez que muestra imágenes de su terraza, que aprovecha al máximo desde la llegada del buen tiempo. No es para menos: se trata de una estancia diáfana decorada con variada vegetación que cuenta con dos cómodas hamacas acolchadas y una sombrilla para protegerse de los rayos del sol. Tumbada en una de ellas, Tamara muestra cómo pasa las horas entre compromisos sociales y profesionales: "Cada día disfruto más de un buen libro, mi perrita y mi casa".

La estancia también incluye una piscina, no muy grande pero suficiente para refrescarte y relajarte en los días en los que el mercurio no da tregua. Todo un oasis de 186 metros cuadrados en el centro de Madrid que disfruta junto a su esposo y su inseparable mascota, Jacinta.

Es el primer verano de Tamara en su nuevo hogar, un ático dúplex que diseñó el arquitecto Joaquín Torres y que la tertuliana de El Hormiguero criticó en televisión poco después de instalarse: "Es muy bonita sobre plano, pero, quizás para mí, no es la mejor de todas", dijo. Unas palabras que enfadaron muchísimo al marido de Raúl Prieto: "Es como bastante infantil, bastante pueril... ¿no? Que diga que es muy bonita sobre plano pero que, para ella, no es la mejor, se descalifica a ella misma porque no ha sabido interpretar cómo era el plano. ¿Y se ha dado cuenta ahora?", respondió. "A mí no me ofende nada. Asumo que mis arquitecturas no gustan a toda la gente, pero quizás hay que tener unos conocimientos que esta niña no tiene".

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