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La advertencia de Begoña Gómez a Pedro Sánchez: "Mañana irán a por tus hijas"
Informalia
Tranquilidad y sangre fría. Es lo que ha sido estos días Begoña Gómez para Pedro Sánchez. El entorno del presidente cuenta que la 'primera dama' vivió con desesperación las primeras horas tras anunciarse la apertura de diligencias para investigar sus actividades pero recuperó la compostura tras la publicación de la 'Carta a la ciudadanía' que su marido escribió y publicó sin consultarle: "Fue ella quien me pidió que no dimitiera", ha confesado el presidente.
No han sido días fáciles para ninguno de los dos. El entorno de Sánchez afirma que lo del pasado miércoles no fue un "calentón" y que su hartazgo viene de largo. El de Begoña también. Por eso, la denuncia de Manos Limpias para investigar presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción fue la gota que colmó el vaso de su paciencia y reaccionó desesperada, pidiendo a Sánchez que no la obligara a comparecer ante el Senado en una comisión de investigación, según ECD: "No me hagas pasar por eso". Este fue el detonante que llevó a Pedro Sánchez a escribir la famosa 'Carta a la ciudadanía', una misiva que redactó de su puño y letra, sin ayuda de asesores y sin consultar siquiera con su esposa: "Llegados a este punto me pregunto, ¿realmente merece la pena todo esto? No lo sé", dijo.
Horas después, ya más calmada, Begoña pensó en su familia y advirtió a su marido con la preocupación de una madre: "Hoy van a por mí, pero, si no pueden conmigo, mañana irán a por tus hijas". Unas hijas, Ainhoa (18) y Carlota (16), a las que han protegido desde su llegada a Moncloa y de las que apenas se tienen datos más que los que el propio Pedro Sánchez compartió en plena campaña electoral (que la mayor estudia Psicología en la universidad o que tienen gustos musicales muy dispares a los de sus padres).
"Profundamente enamorado"
Begoña y Pedro son un equipo y quién sabe qué hubiera pasado si ella le hubiera pedido a su marido dejar la Moncloa. Se conocieron a principios de los años años 2000 durante una fiesta universitaria. En aquel momento, el líder del PSOE poco se parecía al hombre que es ahora: "Antes siempre vestía de chándal y de breaker porque era lo que se llevaba. Yo utilizaba la labia, bailar se me daba muy mal, pero era muy ligón", confesó en una ocasión. Se enamoró de su mujer en cuanto la vio aunque ella no se lo puso fácil: "No sabes la tabarra que le di, tuve que empeñarme mucho, me lo puso muy difícil".
Finalmente, Pedro se 'ligó' a Begoña y decidieron vivir juntos en un piso de La Latina, donde nació su primera hija, Ainhoa. Ella fue la testigo de excepción en la boda de sus padres, en 2006. Se dieron el "sí, quiero" en una ceremonia civil en el ayuntamiento, oficiada por Trinidad Jiménez. Fue una celebración íntima, pero posteriormente lo festejaron con más familiares y amigos en el Hipódromo de la Zarzuela. Un año después ampliaron la familia con la llegada de su segunda hija, Carlota.
Aficionados al deporte y a la música indie (entre sus favoritos destacan la cantante islandesa Bjork, La habitación Roja y The Killers), vivieron en un chalet de Pozuelo de Alarcón lejos del bullicio de la ciudad antes de pisar la Moncloa, y veraneaban en Mojácar, donde tenían una segunda vivienda que se convirtió en su refugio particular.
La llegada de Pedro Sánchez a Moncloa en 2018 dio un cambio radical a su vida: de su casa familiar en Pozuelo pasaron al palacio presidencial, situado en el distrito Moncloa-Aravaca y donde, como sus antecesores, realizaron diferentes reformas a su gusto. El primero fue cambiar el colchón de la cama de matrimonio y pintar el dormitorio principal. También han reformado los jardines, un saneamiento que costó casi 65.000 euros. Modificaron también el destino de sus vacaciones (de Mojácar a La Mareta (en Lanzarote) y Las Marismillas (Doñana), así como su transporte oficial: del coche al Falcon que tanta polémica ha generado por lo mucho que les gusta utilizarlo.