Zayra Gutiérrez se sincera sobre el divorcio de sus padres: "He tenido que ir a psicólogos para reforzarme"
- La hija de Guti y Arantxa de Benito ha concedido su primera entrevista tras dejar 'Supervivientes' por motivos de salud
- Zayra Gutiérrez y Miki Mejías: cinco años de amor, un hijo en común y planes de boda
Informalia
Zayra Gutiérrez (24) ha copado los titulares durante años no solo por ser la hija de Guti (47) y Arantxa de Benito (54), sino también por la actitud rebelde que ha definido su adolescencia. En parte, ambos aspectos están relacionados, pues el divorcio de sus padres influyó en su mala e inexperta gestión de su salud mental. Ahora que se encuentra de nuevo en España tras abandonar Supervivientes por una hernia discal, ha hablado de los aspectos clave de su vida en una larga y sincera entrevista.
La joven ha contado a Lecturas cómo recibió la separación de sus progenitores. El exjugador del Real Madrid y la presentadora se casaron en 1999, un año después de nacer Zayra. Fue en el año 2009 cuando decidieron tomar caminos separados. "Me dio mucha pena y me afectó", explica en su conversación, pues por aquel entonces tenía 9 años y se enfrentaba a un porvenir turbulento, marcado por la incomprensión y la desobediencia.
"En mi adolescencia no lo pasé bien, soy muy sensible. Las cosas me afectan. Fui rebelde porque era un culo inquieto", explica, reconociendo que en más de una ocasión se ha puesto en manos de profesionales. "Ha habido momentos en los que he tenido que ir a psicólogos a reforzarme. Gracias a ellos he seguido adelante", añade, eso sí, sin señalar a sus padres como los culpables de su "aborrescencia" -así llamaba su madre a la juventud de Zayra-. Desmiente la mala relación con ellos y asegura que la apoyan en todo. "Como he discutido con mi padre, he discutido con mi madre o mi abuela. He discutido con todo el mundo", subraya.En este sentido, a la exsuperviviente no le gustó la ruptura de sus padres, pero entiende que estas cosas ocurren: "Me hubiese encantado verlos juntos toda la vida. Pero hay veces que el amor se acaba y en su caso se acabó. Entiendo que cada uno tiene sus problemas, sus discusiones... Yo ahí no me voy a meter porque son problemas suyos. No lo pasé mal porque ni mi madre ni mi padre me lo han hecho pasar mal".
De alguna manera, empatiza con ellos más que nunca, ya que ella fue madre el pasado año junto a su novio, Miki Mejías. Ser madre, dice, le ha cambiado la vida. Asegura que desde entonces es más feliz y que, tras cinco años juntos, se siente orgullosa del camino que ha emprendido con su chico, con el que apunta planes de futuro. "Hizo que remontara. Estaba triste cuando lo conocí. Me quitó muchos complejos, muchas inseguridades. Me hizo sentir muy poderosa. Y le daré las gracias siempre".