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Mario Vaquerizo: "Mi madre se enteró por Terelu de que me había casado con Alaska"

  • En su charla con Vicky Martín Berrocal ha desvelado el gran patrimonio económico que ha construido: tiene seis pisos en Gran Vía y el sueño de construir un hotel
  • Tampoco se ha cortado a la hora de hacer confidencias sexuales, y ha reconocido: "Nunca he tenido relaciones con un hombre"

Informalia

Mario Vaquerizo ha sido el nuevo invitado de Vicky Martín Berrocal en su podcast A solas con…, donde ambos han mantenido una charla íntima que la diseñadora ha aprovechado para sonsacarle al cantante, actor y colaborador televisivo, confesiones de lo más jugosas que nos han ayudado a conocer algunos de sus secretos mejor guardados.

De su infancia, Mario ha contado ante los micros de su amiga haber sido un chaval criado en un matriarcado, un niño "muy acomplejado hasta los veintipico años" porque estaba "gordito", y ha reconocido: "Yo es que me veo más guapo con 66 kilos que con 80". "Ahora, con 49 años me veo más guapo que nunca, y estoy a favor de la cirugía estética. Con treinta y pico me hice una liposucción y no me ha vuelto a salir grasa. Me cuido mucho, estoy enganchado a las endorfinas, me encanta el momento de felicidad cuando salgo del gimnasio". De hecho, el cantante de Las Nancys Rubias ha dicho que ahora se gusta mucho: "Yo me acuesto todos los días después de rezar el Padrenuestro y el Ángel de la Guarda, y digo: 'qué contento estoy de cómo me ha tratado la vida y de cómo soy'".

Nada tiene que ver con el Mario niño, que era "supertímido" mientras que su hermano, el que murió de forma dramática cuando tenía 27 años tras ser atropellado por una ambulancia, dice que era "el gamberrote". Su relación, dice, se intensificó cuando se casó con Alaska: "Ahí nos hicimos más amiguetes, pero se fue en el mejor momento", reconoce con pena Mario, que confiesa que aún siente la presencia de quienes se le han ido, a modo de energía. "Y si me da miedo la muerte es porque ahora mismo estoy tan pleno y tan feliz que no quiero perder esto".

Sus otros amores y su opinión sobre el sexo

Vicky no desaprovechó la oportunidad para "rascar" información sobre la vida sentimental de su compañero de TardeAR, que reconoció que antes de estar con Olvido tuvo poquitas novias. La primera se llamó Mari Carmen y curiosamente había sido la chica de su hermano. Su relación duró dos meses, y luego tuvo "los típicos rollos de adolescente". Y el amor de su vida no tardó en llegar: "Yo tenía 25 años, era promocionero, me tocaba llevar Fangora, y yo me dije: "A mí esta tía me gusta. Pero no como ídolo, como mujer". Lo curioso es que Mario todavía vivía en casa de sus padres y Olvido convivía con su pareja de entonces y su madre. "Nos veíamos a escondidas y a los seis meses nos fuimos a las Vegas". Se casaron en secreto. Meses después ya no pudieron ocultarlo, pues Mario cuenta divertido: "Mi madre se enteró por Terelu que me había casado con Alaska. Y ese día me echaron del trabajo".

Vaquerizo, que este año celebrará 25 años con su pareja, no se cortó tampoco a la hora de hablar de sexo. A este respecto, dijo: "Cuando llevas 25 años, el sexo cambia. Lo contemplas de otra manera, pero sigue existiendo. Porque si en un pareja no hay sexo, es que es tu hermana. Pero el sexo lo contemplas con una serenidad y una tranquilidad mayor. Lo que te salva es que haya atracción y que la persona que tengas al lado te siga poniendo". Y dijo sin tapujos: "Hay días que no me apetece follar y no follo. Y yo prefiero más la calidad que la cantidad". También reconoció que nunca ha sido infiel y dejó claro que no le van los hombres: "A mí me gustan las mujeres. No soy maricón", más tarde dijo: "A mí no me ofende que me llamen maricón, pero están infravalorando a mi mujer".

Tampoco ha obviado Mario en esta charla otros temas, como el económico. El cantante, que reconoce que ha sido muy "hormiguita" toda la vida confesó que posee seis pisos en Gran Vía, pues es el sueño que siempre tuvo de pequeño, que se ha dado el capricho de comprarse la portería de su edificio para convertirla en un vestidor o que su próximo sueño es tener un hotel en Gran Vía, pues afirma que con 80 años no va a seguir con las Nancys Rubias. Pero Mario es capaz de eso y de mucho más.