La sobrina díscola de Aznar, Aran, hundida tras ser desahuciada: "Mi hija ahora vive en un garaje"

Malas noticias para Aran Aznar, la sobrina díscola del ex presidente del Gobierno. La ex concursante de Supervivientes, en una preocupante situación económica, ha sido desahuciada tras ser tachada de okupa por su propio casero.

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Indignada, Aran ha dado su versión de lo ocurrido y ha denunciado "métodos de intimidación" para que saliera de la casa: "No había una orden de desahucio. Lo que hizo el casero fue contratar a los de Desokupa y a base de métodos ilegales, abriéndonos la puerta y haciendo guardia pues nos echaron de la casa. Han usado sus métodos de intimidación y coacción", ha señalado en la revista Semana.

Actualmente, la sobrina de José María Aznar está sin ingresos económicos. No puede hacer frente al alquiler y a otros gastos necesarios: "Soy una persona vulnerable por los servicios sociales y todo está certificado. Además soy víctima de violencia de género… Cobro una pensión por ello que ya hace tres meses que se me terminó, con lo cual no tengo ningún ingreso". Así las cosas, su situación es caótica: "Sin un contrato de trabajo, sin una pensión, sin nóminas y sin dinero para una fianza yo no puedo alquilar nada".

En estos delicados momentos, cuenta con el amparo de su madre, que le ha abierto las puertas de su casa: "Gracias a que me ha dejado quedarme en su casa en una habitación, pero ella tampoco tiene muchos medios ni económicos, ni ella tampoco está bien. Tiene más de 70 años ¿sabes?… Con la muerte de mi padre, de mi abuela y de mi tío y todo pues no está muy bien".

Su hija de 25 años, en cambio, se ha trasladado al garaje de una amiga: "La que más me preocupa ahora es mi hija porque está en un garaje. Aparte que sigo recibiendo amenazas".

La propia Aran ha desvelado lo ocurrido para hacer frente, según dice, a los chantajes de su casero: "Ahora me amenaza el casero con hacerlo público, sacar a la tele y venderlo. Diciendo que somos okupas guarros… de todo. Tengo un montón de audios, capturas de pantalla… Yo lo estoy guardando todo".

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Tras lo ocurrido, trata de mirar hacia delante y buscar una solución: "No me puedo permitir el lujo de hundirme. Estoy con antidepresivos y ansiolíticos". En este sentido, añade: "Aunque yo sé que ahora en Navidad es imposible, estoy en páginas para buscar trabajo y no dejo de mirar cada día. A la gente después del covid le va mal, pero yo tengo estudios, tengo carreras, tengo idiomas. He tenido empresas y no se me caen los anillos".

En cuanto a posibles ayudas familiares, no espera nada de su tío: "Mis tíos no tienen la obligación de hacerse cargo de mí. Yo soy yo, salí en un Interviú con 40 años…El apellido de mi tío también es el mío. Yo empecé a trabajar con 16 años, yo a mi hija la tuve sola y he estado con mis tres hijos trabajando todos los días. Yo jamás he hablado mal de mi tío y nunca he dicho nada malo de él", ha sentenciado.