Viajes, ¿la solución a los problemas de pareja?
- Escapadas románticas para 'olvidar' los problemas
Nuria Hernández
¿Quién no ha pensado alguna vez que sus problemas de pareja van a desaparecer haciendo una escapada romántica? Pues efectivamente, dos de cada ocho parejas salen de viaje estos días de vacaciones para reconciliarse. El problema es que se generan demasiadas expectativas que por lo general terminan no cumpliéndose. Cuando uno se da cuenta de que no va a cumplir con todo lo que había planificado, empieza a sentir frustración.
Por ello, es indispensable moderar las expectativas. Además, las vacaciones implican una ruptura con la dinámica habitual que necesita un tiempo para reacomodarse. Generalmente no se permite que exista esa etapa de adaptación y escuchamos la famosa frasecita: "Uy, justo ahora que nos íbamos relajando, se nos acabaron los días". Así que es importante no exigirse.
Es el caso de las parejas poco consolidadas o recién rescatadas de una crisis sentimental, cuando la prudencia y la experiencia aconsejan que se tomen un tiempo y darse algo de distancia para que los sentimientos se posen, maduren y la relación se consolide -o no-. Pero tendemos a hacer justo lo contrario.
Según la coach y terapeuta Verónica Rodríguez Orellana, directora del Coaching Club, "ambos sexos somos dados a pensar que unos magníficos días de descanso y amor serán la solución a todos los problemas que venimos arrastrando. Muy al contrario, los conflictos previos llegarán al hotel en nuestras maletas y no sólo eso, sino que al poco de abrirlas nos encontraremos con otros nuevos. Los magníficos días se pueden convertir en la antesala del infierno".
¿Cómo puede se puede evitar?
La recomendación de Rodríguez Orellana es que si estamos decididos a veranear con nuestra pareja, familia, amigos, sea cual sea el estado de nuestra unión, tengamos en cuenta las siguientes variables antes y durante:
- Elegir el lugar. Es importante que si no hay coincidencia se aprenda a negociar o bien elegir un lugar que sea del agrado de los dos.
- Las vacaciones son para divertirse. Y a veces no es posible si estáis los dos juntos. Si tu pareja o tú, por ejemplo, sois aficionados a practicar algún deporte, no dejéis de hacerlo. Ese será vuestro tiempo para disfrutar individualmente o en soledad.
- Cuando hay niños. Si no habéis formado vuestra propia familia, tenéis que decir si queréis que os acompañen, de existir, los hijos de vuestra pareja. Si no os queda más remedio, aunque no sea lo que os gustaría, unos y otros debéis dejar claro que necesitáis vuestro espacio para el descanso y la diversión.
- Sexo espontáneo. No demos por supuesto que las vacaciones son un tiempo que se debe aprovechar al máximo para el sexo. Nunca se deben forzar los deseos.
- ¿Por qué con amigos? Los amigos suelen ser un comodín implícito en el viaje cuando la pareja no está bien. Puede funcionar, pero una vez más será 'meter la tierra bajo la alfombra'.
- Compartir tareas y responsabilidades. Las vacaciones son para todos y se deberá generar una dinámica que evite reproches y enfados. Muy sencillo: repartir responsabilidades y tareas de forma consensuada.