Casas Reales
La reina Sofía cumple con su tradición de Semana Santa en Mallorca ajena a las polémicas demandas de Juan Carlos
- La emérita preside el concierto de Pascua en la catedral
- El destino elegido por la reina Sofía para esta Semana Santa: los detalles de su ruta
Informalia
Un tiempo revuelto aderezado con fuertes vientos ha recibido este lunes a la reina Sofía a su llegada a la catedral de Mallorca, casi un símbolo de la tormenta mediática que azota a su familia desde que don Juan Carlos demandara a Miguel Ángel Revilla y Corinna Larsen. La emérita afronta las dos ventiscas de la misma manera: porte regio, sonrisa ensayada, impertérrita. La madre del rey Felipe VI ha sido recibida por las autoridades a las puertas del templo, donde ha presidido el concierto anual de Pascua, Réquiem de Fauré.
La reina ha optado por un look muy sobrio y sencillo, un traje de chaqueta negro combinado con una blusa blanca. La gracia estaba en los complementos, muy significativos para la emérita. Por un lado, un broche victoriano de brillantes perteneciente a la colección Llum de Isabel Guarch, una joyera artesana de Mallorca que se inspiró en Fiesta de la Luz, una celebración en la que los rosetones de la catedral son iluminados. Por otro, la Medalla de Oro de las Islas Baleares, impuesta por el gobierno insular poco hace más de un año y que ella recibió emocionada: "Estas islas maravillosas que siempre me han acogido con cariño y afecto".
No hay más apariciones públicas programadas en la agenda institucional de doña Sofía, aunque es muy probable que podamos verla en Sevilla, donde tiene previsto disfrutar de una de las procesiones más especiales de la ciudad, la Madrugá. La emérita es una apasionada de las tradiciones y de la Semana Santa, y el pasado año la pudimos ver en el desembarco del Cristo de la Buena Muerte, en Málaga.
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