Casas Reales

El voluntariado de Irene Urdangarin en Camboya: se pagó el billete de avión y trabaja en hogares de acogida


Informalia

En bicicleta, con su camiseta verde de la Fundación Sauce, pantalón corto blanco y pedaleando por Camboya. Irene Urdangarin afronta su nueva etapa vital con un voluntariado, que ha emprendido de la mano del jesuita Enrique Figaredo, presidente de Cáritas en este país asiático. Junto a Kike, muy amigo de la familia Borbón, la hija de la infanta Cristina e Iñaki conoce las costumbres de la sociedad camboyana. Irene ha escogido el mismo camino que su hermano mayor, Juan, en la campo de las ONGs. Publica los detalles la revista Hola.

Irene, de 18 años, ha escogido estar alejada de los focos y alejada de su familia y sus padres, a los que adora. Ha postergado sus estudios académicos para vivir la experiencia del voluntariado y ayudar a los más vulnerables en un país cuya cultura es muy diferente a la nuestra. Se ha pagado su propio billete de avión y su intención es prolongar su estancia durante seis meses. La benjamina de la casa, independiente y muy sociable, domina cuatro idiomas. Con seguridad, esta experiencia vital en solitario le ayudará a crecer como persona. Después de esta etapa, retomará sus estudios.

En pie, a las 5 de la mañana

En su tarea diaria, la nieta de los Reyes eméritos comparte con otra compañera voluntaria una casa pequeña en el Centro Arrupe. Arranca su día a día a las 5 de la mañana en las casas de acogida, donde los trabajadores de la ONG atienden a personas con una discapacidad mental o física, la mayoría de ellas son víctimas de minas antipersona; también cubren necesidades básicas de alimentación en comedores y acceso a la educación de niños y niñas en escuelas; impulsan el desarrollo de infraestructuras, de carreteras y accesibilidad a agua potable, y de proyectos agrícolas sostenibles, tal y como relata la revista. Subida a una camioneta, Irene y equipo de la ONG acceden a las aldeas más remotas de la provincia de Battambang. Integrada y comprometida con su nuevo cometido, la sobrina de los Reyes está "muy ilusionada", desliza la revista.

La reina Sofía y su hija Cristina son amigas de Figaredo, fundador de la ONG y gran conocedor del país donde ejerce su labor como misionero desde hace 40 años. Lo conocen desde hace muchos años. De hecho, la infanta ha visitado Camboya también de su mano. Su hermano Juan, que trabajó en la misma provincia camboyana, la animó mucho a emprender este viaje personal.