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Mohamed VI: de la enfermedad incurable al reloj de un millón de euros


    Informalia

    El entorno del rey de Marruecos ha confirmado que Mohamed VI sufre sarcoidosis, una enfermedad autoinmune que afecta a sus pulmones, riñones, ojos, corazón. Se trata con cortisona, aunque no tiene cura. Según personas de su círculo privado, está convencido de que morirá pronto y se ha marcado dos objetivos: formar a su heredero tan rápido como pueda y vivir la vida a tope, dándose caprichos como relojes millonarios.

    Hace ya más de 10 años que le fue diagnosticada pero su séquito ha tratado de ocultarlo por todos los medios. Lamentablemente, su estado ha empeorado con el tiempo y las consecuencias son cada vez más graves y frecuentes, difíciles de disimular. Mohamed VI se quedó dormido en un acto solemne en París, está hinchado y se toma largas 'vacaciones' que su equipo no puede justificar. A Mohamed VI le fue corregida de urgencia una arritmia cardíaca en París y seis meses antes, en septiembre de 2017, le fue extirpado un tumor en un ojo, según El Mundo. Además, sufre frecuentes infecciones en los pulmones y en las piernas, lo que le obliga a utilizar muletas para caminar.

    Al parecer, el rey está convencido de que morirá joven, por lo que ha decidido vivir la vida a tope, algo que justificaría alguna de las extravagancias que ha llevado a cabo en los últimos años y que han irritado a sus súbditos, como comprarse un reloj de diamantes valorado en más de un millón de euros. Mohamed VI tiene, además, 12 palacios, 600 coches, dos aviones privados y una fortuna personal de 1.800 millones de euros.

    Ha rebajado la carga de su agenda oficial pero ha incrementado sus viajes privados, especialmente a China y París, donde Mohamed VI puede disfrutar de una de sus pasiones, la moda. Eso sí, lo hace con un reducido grupo de amigos, ya que se divorció de Lalla Salma, madre de sus dos hijos, el príncipe heredero Moulay Hassan (15) y la princesa Lalla Khadija (11), en marzo, después de 16 años de matrimonio.

    Entre un viaje y otro, el rey se vuelca en la formación de su hijo, que le sucederá en el trono mucho antes de lo previsto, ya que se rumorea que incluso podría abdicar en su favor cuando cumpla la mayoría de edad. Moulay Hassan acompaña a su padre cada vez con más frecuencia a los actos oficiales e incluso ha recibido su primer regalo por parte de su pueblo: un jet privado valorado en 57 millones de euros y que ya forma parte de la flota real.