Romina y Albano: su hija reaparece y presenta un libro de poesía

No es culpa suya que en estas fotografías le sacaran cara de muerta, ni que la trágica y muy mediática desaparición de su hermana la marcara casi tanto como ser hija de Romina y Albano, por eso tiene mucho mérito que haya renunciado al dinero fácil de su apellido y su fama y se haya dedicado a escribir para tratar de ganarse la vida.

Romina Carrisi (Cellino San Marco, Italia, 1987) merece al menos la atención de un medio como Vanity Fair, que le dedica una entrevista. Ella presentó en febrero su libro de poesía pero sigue con la promoción y gracias a ello se le pueden preguntar cosas. La pequeña de ese señor que canta Felicitá y paseaba por los platós diciendo lo impresentable que es una periodista española llamada Ludia Lozano se trasladó a Estados Unidos (la tierra de su abuelo Tyrone Power) y serenarse hasta el punto de poder escribir Se solo fossimo altrove ('Si tan solo estuvieramos en otro sitio', Editorial Miraggi).

No dedica ni un solo verso a sus padres pero sí al amor o, mejor dicho, al desamor, porque lo que dice es que en su ex encontró la inspiración para crear su universo literario. "Intenté transformar todas las cosas negativas que me habían pasado en arte", ha declarado.

Antes de ser poetisa pasó por el aro del reality y fue (con solo 20 años) una de las concursantes de la versión italiana de Supervivientes, lo cual siendo hermana de la desaparecida Ylenia tenía su morbo, por qué negarlo.

"Fue un acto inconsciente", se justifica. "Acababa de terminar el instituto y quería comenzar a trabajar, hacer cosas nuevas", asegura. Romina y Al Bano trataron siempre de que sus cuatro hijos -Ylenia, que desapareció en 1993 en Estados Unidos con tan sólo 23 años, Yari, de 42, Cristel de 30, y Romina, que pronto cumplirá 29- vivieran su infancia como unos niños normales. Todos crecieron en la casa familiar en Cellino San Marco, entre el mar y las montañas en la región de las Apulias, en el sur de Italia, donde Al Bano produce su propio vino.

La desaparición de Ylenia separó a sus padres pero dos décadas después han vuelto a trabajar juntos y a poner en marcha una gira por todo el mundo. "Ha sido como encontrar la paz después de años de guerra. En mi familia ya no se vive en el rencor sino en la serenidad. Estamos todos muy contentos de esta nueva situación", dice en Vanity Fair, donde reconoce que ha ido a los conciertos de esta gira. Romina sin embargo no quiso dedicarse a la música: "Canto solo en la intimidad, con amigos, y después de tomar un par de copas", reconoce.