Acompañada de una amiga y enfundada en un llamativo conjunto de color naranja, estuvo hablando con algunos amigos antes de entrar al coso, intentando mostrar su mejor cara, aunque testigos presenciales pudieron escuchar de su boca palabras de preocupación y desasosiego.Fue en un aparte, mientras estaba tomando un refrigerio, cuando Naty le confesó a su amiga lo preocupada que está por las consecuencias que puedan derivarse de tan enojoso asunto para su hijo Luis Medina. Ahí le cambio el rostro y se dejó entrever ese desasosiego que le invade. Desaparecida durante casi toda esta Semana Santa, escondida como ya adelantamos en la zona portuguesa de Tavira, en donde se refugia cuando quiere descansar tranquila, Abascal faltó a su cita anual con las procesiones sevillanas. Y no se la esperaba en la Maestranza, pero su espíritu taurino superó en esta ocasión a su fervor religioso.