Reportajes
Lamborghini Murciélago: Nace una leyenda
- Lamborghini nunca tuvo mucha solvencia económica pero se enfrentó a Ferrari
La marca de Sant' Agata tiene en su haber una colección de automóviles que, tras su desaparición, se han convertido en auténticas leyendas. El Murciélago es el último de esta saga.
No es que alguien lo haya puesto en duda alguna vez, pero si la marca Lamborghini siempre ha sido sinónimo de deportividad extrema, el Murciélago que, como todos los modelos de la fábrica de Sant´Agata Bolognese, toma su nombre del entorno taurino, ha sido una de sus más fieles creaciones, que le ha servido para afianzar aún más esa personalidad tan arraigada a lo largo de los años.
Ahora, acaba de salir de la cadena de montaje la unidad 4.099, que pasará a la historia y leyenda del automóvil por ser el último automóvil de una saga que vio la luz por vez primera en los albores del siglo XXI. Como no podía ser de otra manera, el último modelo en aparecer ha sido un LP 670-4 Superveloce, la última versión del Murciélago, en color Arancio Atlas, que ha ido a parar a las manos de un afortunado cliente suizo. El LP 670-4 Superveloce es uno de los modelos más extremos de la marca italiana gracias al aumento de potencia que ha recibido su motor V12 y 6,5 litros, hasta los 670 CV (30 CV más), además de una importante reducción de peso, nada menos que de 100 kilos. Gracias a este trabajo, el Superveloce tiene una relación peso/potencia de 2,3 kilos por CV y ello repercute en el hecho de que únicamente necesite 3,2 segundos para alcanzar los 100 kms/h desde parado o que pueda alcanzar una velocidad máxima de 342 kms/h. Nada que ver con la primera generación de este modelo, que nos resultaba extremo, con su motor V12 de sólo 6,2 litros de cilindrada y escasos 580 CV de potencia.
Un coche con historia
Desde su nacimiento en 1961, esta marca, que adoptó el toro como símbolo de su imagen debido al signo zodiacal de su dueño, Ferruccio Lamborghini, siempre ha adoptado la filosofía del extremismo? al menos comparado con su gran enemigo, Ferrari.
Dio la casualidad que Lamborghini montara su fábrica de coches en un pequeño pueblo llamado Sant´Agata Bolognese, al lado mismo de Maranello y de Modena, donde se construían precisamente sus dos grandes rivales, Ferrari y Maserati, respectivamente.
Lamborghini, que tras la II Guerra Mundial montó una fábrica de tractores con los vehículos del ejército, vio truncado su sueño de empezar a fabricar helicópteros debido a que el Gobierno italiano no le concedió la necesaria licencia. Comenzó a comprar algunos Ferrari pero, harto de los problemas mecánicos de que adolecían, ni corto ni perezoso se fue a explicarle a Enzo Ferrari "el tipo de basura que eran sus coches".
Ni qué decir tiene que al Commendatore no le gustaron lo más mínimo esos comentarios, a lo que le respondió que "una persona que fabrica tractores nada tiene que decir de los automóviles".
Así nació una rivalidad que, ciertamente, no pudo durar mucho tiempo debido a los problemas financieros que de siempre ha soportado Lamborghini. Al mismo tiempo que se le negaba la fabricación de helicópteros surgía el inesperado enfrentamiento con Enzo Ferrari, lo cual no le iba a permitir perder su tiempo en muchas lamentaciones, al revés, se decidió a poner en marcha su otro gran proyecto automovilístico.
Murciélago LP640 Roadster
Una historia no exenta de dificultades y problemas
Databa el año 1963 cuando nacía una pequeña y primera fábrica en la localidad de Sant´Agata (a sólo 25 kilómetros de Bolonia) que le permitiría dar a luz a su primer proyecto de coche Lamborghini, el 350 GTV, que posteriormente dio lugar ya a su primer coche de gran producción: su heredero el 350GT, del cual se produjeron 120 unidades.
Lamentablemente para Ferruccio los problemas no tardaron en llegar ya que, a la crisis energética de los 70 y las grandes exigencias de seguridad en cuanto a la homologación en el mercado, había que añadir los problemas surgidos con los sindicatos que le llevaría a dejar de vender 5.000 tractores que ya estaban construidos, lo que le creó demasiadas pérdidas. Apesadumbrado por la situación Ferruccio Lamborghini decide en el año 1972 vender el 51 por ciento de las acciones de la fábrica a George-Henri Rossetti, el segundo propietario de la firma. Más tarde, se iba a desvincular por completo de la fabricación automotriz, vendiendo su otro 49 por ciento restante a un amigo del ya propietario mayoritario de la firma, René Leimer.
Como ya hemos dicho, en el aspecto económico, Lamborghini nunca ha sido una marca que haya ido sobrada a lo largo de su historia y un buen ejemplo lo tenemos en sus resultados del pasado 2009, ya que cerró el año con unas pérdidas, antes de impuestos, de 35 millones de euros, como consecuencia del impacto de la crisis económica en el mercado de automóviles de lujo.
La crisis ha golpeado fuerte a la marca italiana
Lamborghini, ya dentro de un gran y potente grupo industrial como es el de Audi-Volkswagen, registró en 2009 una cifra de negocio de 281 millones de euros, un 41,3 por ciento menos que en el ejercicio precedente, mientras que sus ventas experimentaron una disminución del 37,7 por ciento, pasando de 2.430 a 1.515 unidades.
La crisis provocó una caída de la demanda de coches de lujo, especialmente en Europa y Estados Unidos, que incluso se acentuó en la última parte del año. Además, la debilidad del dólar y el peso del mercado estadounidense perjudicaron los resultados de la empresa que, así y todo, financió con recursos propios todas las inversiones realizadas. De hecho, en 2009 la empresa invirtió un 32 por ciento más en I+D, pese a la adversa coyuntura, que ahora mejora gracias a mercados como China o Rusia.
Lamborghini Murciélago LP 670-4 SuperVeloce