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Prueba del Citroën C4 Picasso 130 CV: mecánica sorprendente, cambios acertados y precio a la baja


    Juan Luis Soto

    A los tres años de su lanzamiento, el Citroën C4 Picasso y también su versión alargada de siete plazas C4 Grand Picasso han recibido una actualización general que, aunque nada radical, le ha venido muy bien para mejorar sus ya comprobadas cualidades.

    Hoy nos centramos en una versión especialmente interesante ya que se trata del motor de acceso a la gama, el tres cilindros PureTech de 130 Cv asociado a la caja de cambios automática EAT6.

    Aunque los modelos de carrocería monovolumen han perdido cierto interés para los compradores frente al espectacular fenómeno SUV, no dejan de plantear unas interesantísimas cualidades como vehículos familiares y polivalentes. Y sobre todo en este segmento compacto, donde el C4 Picasso encuentra sus principales rivales en la recientemente comercializada cuarta generación del Renault Scénic, sin olvidar a los Ford C-Max, Fiat 500 L, Opel Zafira, BMW Serie 2 o Volkswagen Golf Sportsvan, todos ellos coches de gran racionalidad y versatilidad.

    Al ponernos tras el volante del Citroën C4 Picasso no podemos dejar de apreciar la originalidad de un diseño que además transmite buenas sensaciones por su generosidad en la información y la distribución de sus mandos. En esta versión, nos llama la atención la pequeña palanca selectora del cambio automática, situada en el borde superior del salpicadero sobre el volante.

    Sin duda es también original y nos recuerda a las palancas similares que encontrábamos en los míticos modelos DS de los años 60. No obstante nos tendremos que acostumbrar a su ubicación y a su manejo ya que al principio es fácil que accionemos en su lugar el mando de los limpiaparabrisas o que tengamos que fijarnos en qué modo hemos engranado, confundiendo la marcha atrás con el punto muerto por ejemplo. A medida que conducimos el Picasso vamos cogiéndole el truco y será cuestión de acostumbrarnos a esta peculiaridad del francés.

    Respuestas rápidas

    Por lo demás, la caja de cambios automática de 6 velocidades aporta una facilidad de conducción y una suavidad de funcionamiento excelentes y que le van como anillo al dedo a un coche que quiere facilitar al máximo la vida a bordo tanto al conductor con un manejo relajado como a sus ocupantes con un ambiente acogedor. Este cambio, que no ofrece como otros análogos una programación más deportiva, ofrece sin embargo unas respuestas lo suficientemente rápidas como para no tener que recurrir a manejarlo de forma manual. La buena disposición del motor tres cilindros a subir de revoluciones queda así bien aprovechada y no podemos achacarle a la transmisión ninguna pereza a la hora de poner a nuestra disposición la potencia del sorprendente 1.2 PureTech.

    Sin duda es la mecánica tricilíndrica es lo más llamativo de esta versión. Con casi todo el par motor disponible entre las 1.500 y 3.500 revoluciones, la respuesta del pequeño bloque está asegurada en una gama muy amplia de funcionamiento. Esta sobresaliente elasticidad dota al C4 Picasso de vivacidad y agilidad en uso ciudadano a la vez que asegura buenas medias en carretera. Para conseguir las mejores recuperaciones en autopista deberemos acelerar a fondo y aprovechar el kick down del cambio automático que reducirá al instante las marchas necesarias para mantener el régimen idóneo, lo que hará aumentar sensiblemente los consumos sobre todo si vamos al máximo de carga. En un uso general, dicho consumo de gasolina se sitúa por encima de los 8 litros, sensiblemente superior a los 5,1 declarados en condiciones de homologación.

    En el comportamiento dinámico encontramos un compromiso de suspensiones claramente enfocado a la comodidad. Al C4 Picasso no le gustarán ni las apuradas de frenada ni los marcados apoyos en curva. Su amortiguadores poseen un recorrido y un tarado adecuado para filtrar muy bien las irregularidades del asfalto pero no para mantener la horizontalidad en conducción deportiva. Por lo demás, la dirección de asistencia eléctrica es muy suave en su manejo, comodísima en ciudad aunque algo imprecisa en carretera. Dicho sea de paso, las dimensiones del C4 Picasso, con 4,44 m de largo, no representan ningún inconveniente para moverlo con soltura por territorio urbano y encontrar sitio para aparcar.

    Maletero grande y modulable

    El C4 Picasso ya disponía desde su lanzamiento de una importante ayuda a la conducción ofrecida con sistemas opcionales avanzados como el regulador de velocidad adaptativo, la cámara periférica o el aparcamiento semiautomático. En esta segunda evolución del modelo se añaden otros nuevos muy sofisticados para tratarse de este segmento. Como ejemplos tenemos las funciones de aviso de ángulos muertos, el mantenimiento de carril activo que corrije la dirección, el frenado de emergencia en ciudad y un piloto semiautomático en atascos que mantiene la distancia respecto al vehículo que nos precede y detiene el coche cuando el tráfico se detiene, aunque esta última sólo se ofrece para la versión con motor BlueHDI 150 CV automático.

    Las diferencias exteriores de esta segunda generación del C4 Picasso son pocas aunque perceptibles, como la calandra más rectangular, los perfiles cromados de los antiniebla olos pilotos traseros con efecto visual 3D en los acabados superiores. Dentro, los cambios son más visibles y consisten en nuevos gráficos más sencillos y de mejor lectura en la pantalla de 12", además de una simplificación en los mandos táctiles de la segunda pantalla de 7" que ofrece unos menús más intuitivos. Asimismo, el C4 Picasso estrena el nuevo navegador integrado TomTom 3D que Peugeot ya ha introducido en su gama, así como el mando vocal de funciones y la función Mirror Screen compatible con smartphones Android o iOS.

    El resto del habitáculo no cambia, sigue disponiendo de un espacio especialmente generoso en las plazas traseras que, sin embargo, hacen gala de una banqueta algo corta y dura para que viajen adultos. Eso sí, permite una buena modulación del maletero al ser deslizante y con respaldos abatibles por partes que permiten ampliar a voluntad uno de los mayores maleteros de este segmento y que ofrece además de un práctico doble fondo.

    Ficha técnica

    Motor: gasolina, 3 cil, 1.119 cc

    Potencia: 130 CV a 5.500 rpm

    Par motor: 230 Nm a 1.750 rpm

    Consumo mixto oficial: 5,1 l/100 km

    Transmisión: automática, 6 velocidades

    Maletero: 537/630/1.709 litros

    Velocidad máxima: 205 km/h

    Aceleración 0-100 km/h: 10,2 segundos

    Precio: 26.450 euros

    Lo más destacable

    -Motor y transmisión automática

    -Espacio interior práctico y modulable

    -Comodidad de la suspensión

    Lo mejorable

    -Consumo en carreteras secundarias

    -Comodidad de los asientos traseros

    -Mando del cambio automático impreciso




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