Pruebas
A examen el Renault Espace: tecnología al por mayor
Juan Luis Soto
El Renault Espace ha tardado en ver llegar a su relevo, pero ya está aquí la quinta generación del "inventor" del monovolumen grande de turismo.
La tardanza puede comprenderse ante el nuevo modelo de Renault, se trata de un cambio total de concepto, que no de aptitudes. La carrocería cúbica ha dado paso a un coche más parecido a un SUV alargado que a una furgoneta maquillada de turismo.
Exteriormente, el Espace se mimetiza con el nuevo estilo impuesto por el director de diseño Laurens van der Acker y podemos hablar de que se ha reinventado, pues poco se parece a aquel entonces revolucionario coche de gran capacidad que se lanzó hace tres décadas. Tomemos nota, pues marca el camino por el que irá la próxima generación del Scenic y que también cambiará el rumbo mantenido por los llamados monovolumen de la marca.
Cuatro ruedas directrices
Para desarrollar el Espace, Renault ha utilizado su modernísima plataforma CMF1 que servirá asimismo para otros modelos tanto de Renault, veasé el Talismán que sustituye al Laguna, como de Nissan, la otra marca de la alianza. Las ventajas tecnológicas son muchas, pues este moderno chasis está preparado para equipar las ingentes posibilidades de sistemas electrónicos de ayuda a la conducción, la tracción total o, como en esta versión Initiale Paris que nos ocupa, las cuatro ruedas directrices Control4 de serie.
Volviendo a la dotación tecnológica, comenzamos a apreciarla muy pronto al tomar el volante del Espace. Control de crucero adaptativo con limitador de velocidad, alertas de distancia de seguridad y de ángulo muerto, cámara trasera, ayuda de arranque en pendiente, faros Led, luces cruce/carretera automáticas, reconocimiento de señales de tráfico...y así hasta asientos delanteros con función de masaje. Y si queremos completar el equipo, éste se extiende a opciones más especiales como la información proyectada sobre el parabrisas, el aparcamiento automático o un gigantesco techo panorámico de apertura eléctrica (1.157 euros).
Sentados en el Espace tenemos una sensación más de aeronave que de coche, algo que nos transmite el diseño y la disposición de los mandos. Éstos últimos se nos hacen escasos, y es que casi todo se puede manejar desde la consola central cuya enorme pantalla táctil nos ofrece el control de casi todas las funciones del Espace. Así, por ejemplo, el programa Multi-Sense permite seleccionar entre 5 diferentes modos de conducción y reacciones del vehículo: Neutral, Eco, Confort, Sport y Personalizado. Actuando sobre 10 parámetros de la suspensión, la dirección y el motor, podemos modificar así el comportamiento del Espace para adecuarlo a las circunstancias de rodaje.
Comodidad de primera clase
Siempre nos ha gustado el comportamiento del Espace, muy próximo al de un turismo, en las sucesivas generaciones y la quinta no es una excepción. En ciudad se mueve con una soltura que no nos esperaríamos en un coche de más de casi 5 metros de largo. Mucho tiene que ver el sistema Control4 que dota al Espace de un radio de giro similar al de un Clio. La posición elevada de conducción, los avisos de los sensores y la nítida cámara trasera hacen el resto para que no nos sean especialmente farragosas las maniobras habituales en el terreno urbano.
Ya una vez en ruta, apreciamos una excelente estabilidad y precisión en carreteras abiertas. El filtrado de la esponjosa amortiguación mima a los pasajeros, que viajan en primera clase por comodidad y habitabilidad.
Cuando el trayecto se vuelve sinuoso, el Espace nos vuelve a sorprender por su agilidad. Pero la suspensión pronto se nos hace demasiado blanda para aprovechar este sobresaliente dinamismo. Incluso recurriendo al modo Sport o a endurecer la amortiguación mediante el Personalizado, los balanceos de la carrocería no nos dejan aprovechar al máximo el elevado potencial del chasis.
Inscrito en la actual tendencia "downsizing", el motor es un 1.6 alimentado mediante dos turbos que libera una potencia suficiente para viajar a buen ritmo con el Espace cargado. Sin embargo no ofrece respuestas especialmente brillantes. Sobre todo porque se ve perjudicado por la transmisión automática de doble embrague EDC, lenta a la hora de conservar el par motor en el cambio de marcha.
No obstante, dicha mecánica toma su razón de ser a la hora de valorar su eficiencia. Es muy fácil a velocidades legales estabilizar el consumo por debajo de los siete litros de media, un valor muy bueno para un coche tan grande y que, pese a un peso muy contenido por su construcción en materiales ligeros, supera la tonelada y media en orden de marcha.
Con una segunda fila de asientos deslizante y abatible por partes, otra tercera fila opcional escamoteable de plegado eléctrico (991 euros) que le dota de siete plazas y un maletero de 615 litros, la modularidad del Espace mantiene bien alto su merecido prestigio en cuanto a practicidad. Por el contrario, frente a la generación anterior, el Espace pierde algo de volumen en su capacidad de carga.
Lo más destacable
- Agilidad
- Comodidad y modularidad
- Equipamiento tecnológico
Lo mejorable
- Suspensión blanda en curvas
- Cambio automático lento
- Respuestas
Ficha técnica
Motor: turbodiésel, 1.598 cc
Potencia: 160 CV a 4.000 rpm
Par motor: 380 Nm a 1750 rpm
Consumo mixto oficial: 4,6 l/100 km
Transmisión: automática, 6 velocidades
Maletero: 615/2.035 litros
Velocidad máxima: 202 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 9,9 segundos
Precio: 42.950 euros