Pruebas
Mitsubishi Space Star 120 MPI Motion: una compra lógica
Es pequeño por fuera pero amplio por dentro, está bien equipado y tiene un precio contenido. El Mitsubishi Space Star tiene buenos argumentos para triunfar en la ciudad.
Tomar la decisión correcta a la hora de elegir un coche no es fácil, y más cuando nos movemos en determinados segmentos. En el que nos ocupa hoy, el de los utilitarios o segmento A, la balanza la suele inclinar el precio en muchos casos. Es normal, dado que quien adquiere un vehículo urbano no le pide peras al olmo. Sabe que por una escasa cuantía de dinero puede tener un vehículo funcional, capaz de llevarle de un punto a otro sin mayores problemas, y quizá algunos aspectos como el diseño, la funcionalidad, el equipamiento o las prestaciones pasen a un segundo plano.
Sin embargo, en el mercado actual hay muchas opciones disponibles y, aunque puedan resultar parecidas a simple vista, en realidad esconden diferencias significativas. Hablamos de detalles que pueden acabar convirtiendo la compra en un acierto o en todo lo contrario. En la barrera de los 10.000 euros parece más importante, si cabe, afinar la puntería para obtener ese 'good value for money' al que se refieren los ingleses, es decir, esa buena rentabilidad por el dinero invertido.
Interior amplio y bien resuelto
Precisamente por ello hoy probamos un utilitario que parece tener una relación calidad/precio más que aceptable. Puede que a simple vista el Mitsubishi Space Star no enamore. Su diseño no es especialmente llamativo, de hecho puede llegar a resultar un poco gris, y en su interior no vemos rastro alguno de pantallas táctiles ni de elementos de personalización, como ya viene siendo habitual en varios rivales de su categoría. Pero más allá de esto, lo que encontramos es un coche sincero, con una puesta en escena sin florituras pero eficaz, con un nivel de calidad percibida más que razonable y con unos acabados que no admiten pegas. Primer punto a su favor.
Al acceder a su interior llama la atención la habitabilidad, sobre todo en las plazas traseras. Resulta curioso que un coche más cercano al segmento A por sus dimensiones exteriores -mide 3,7 metros de longitud-, haya logrado un aprovechamiento del espacio propio del segmento B. Esto, desde luego, podría ser un argumento definitivo en la toma de decisión para aquellos usuarios que se muevan cada día con la familia a cuestas, de camino al colegio, al trabajo, a hacer la compra... Porque sí, los modelos urbanos son minúsculos en su interior, así que cada centímetro extra que ayude a desahogar el habitáculo siempre será bien recibido. Segundo punto a favor.
Comodidad y eficiencia en el día a día
Tras analizar el apartado práctico toca ponerse a los mandos y empezar a conducir. Rápidamente uno se da cuenta de que la ciudad es su hábitat natural. Entre calles y avenidas se mueve con soltura gracias a su tamaño contenido y a su reducido radio de giro, que le permite cambiar de dirección con bastante facilidad. En carretera también se desenvuelve sin problemas, así que las rutas de circunvalación o incluso algún que otro viaje largo de vez en cuando no deberían ponerle freno al Mitsubishi Space Star. Eso sí, su tacto de suspensión -excesivamente blando- y su lenta dirección le restan agilidad. Por pedir, pediríamos una puesta a punto de chasis algo más firme para aumentar el aplomo y, ya de paso, lograr un poco más de diversión al volante. Pero tampoco parece un punto esencial, ya que seguramente el objetivo que se ha fijado la marca es hacer un coche capaz de transportar a los ocupantes de forma cómoda, sin más. Y en esto, cumple.
Bajo el capó se esconde un motor tricilíndrico de 1,2 litros y 80 CV que funciona de forma suave y que logra unas prestaciones bastantes dignas unidas a un consumo medio que, en la práctica, queda siempre por debajo de los 6 litros. La otra opción disponible (1.0 de 71 CV) no hemos tenido ocasión aún de probarla, pero viendo la escasa diferencia de precio y la merma de prestaciones que plantean sobre el papel, no creemos que merezca la pena. Además, el 1.2 (en la marca lo denominan 120 MPI) va asociado al acabado Motion que incluye un equipamiento muy completo. Y es aquí donde llegamos a la que, sin duda, es la mejor baza del Space Star. La dotación de serie incluye todo esto: acceso y arranque sin llave, start/stop, control de crucero, bluetooth manos libres, mandos de audio y teléfono en el volante, climatizador, activación de luces y limpiaparabrisas automáticos, indicador de cambio de marcha, asistente de conducción eficiente, puerto USB... y alguna que otra cosa más. Si ya es difícil encontrar coches de este segmento capaces de aglutinar tantas opciones, más lo es encontrar uno que lo ofrezca de serie, y con una factura final más que razonable.
A modo de conclusión diremos que el Mitsubishi Space Star es uno de esos coches poco pasionales pero muy racionales, que, aunque no te sacan una sonrisa cada vez que te subes a bordo, sí te hacen pensar que has hecho una compra inteligente.
Ficha técnica
Motor: gasolina, 1.193 cc
Potencia: 80 CV a 6.000 rpm
Par motor: 106 Nm a 4.000 rpm
Consumo mixto oficial: 4,3 l/100 km
Transmisión: manual, 5 velocidades
Maletero: 235 litros
Velocidad máxima: 180 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 11,7 segundos
Precio: desde 10.500 euros