Pruebas
BMW X1 xDrive20d, un compacto inmejorable
El pequeño de la serie X de BMW, que ya cumple un lustro entre nosotros, es un vehículo cómodo, ágil y, sobre todo, divertido de conducir sobre cualquier carretera.
El año pasado asistimos al ligero lavado de cara que suele aplicarse a todos los modelos que se encuentran a media generación. El BMW X1 , que vio la luz en 2010, recibió por ello diversos cambios estéticos (casi imperceptibles) y la incorporación de motores a su gama, que queda de esta forma conformada por tres propulsores de gasolina (de 150, 184 y 245 caballos) y cinco diésel (de 116, 143, 163, 184 y 218 caballos de potencia).
Hemos tenido ocasión de probar durante estas Navidades el BMW X1 xDrive 20d, la segunda versión más potente de gasóleo, equipado con tracción total (de ahí viene la X en su denominación), y con 184 caballos de potencia. ¿Impresiones? Inmejorables. El X1 es un compacto que por sus características e ingeniería se adapta perfectamente a cualquier clase de piso o de condiciones de conducción. Evidentemente, el tamaño penaliza a aquellos que quieran hacer largos viajes (especialmente a la hora de cargar maletas), y que quieran viajar de cinco en cinco. Por ello, un grupo de cuatro adultos no tiene por qué echar de menos ni espacio, ni comodidad, ni por supuesto prestaciones y comportamiento sobre el asfalto.
El X1 consigue un punto medio de suavidad, comodidad y baja rumorosidad que se echa de menos en los vehículos medianamente altos con los que podría compararse. Su tracción total trabaja a la perfección con sus confortables suspensiones a la hora de encarar viajes de cientos de kilómetros. Además, nos encontramos ante uno de los vehículos más abstemios dentro de su segmento, pues, al menos sobre el papel, el consumo declarado es de 5,4 litros. Luego, en la práctica, la aguja se movera siempre entre los seis y los siete litros, una cifra aún así realmente competitiva.
Empuje continuo
Sus 184 caballos son más que suficientes para no demandar empuje en ningún tramo asfaltado, ya sea de autopista o de pequeñas carreteras montañosas reviradas. La transmisión, al ser de ocho velocidades, garantiza unos cambios tan suaves como imperceptibles, y rápidos.
El interior es espacioso en las plazas delanteras, con todos los elementos a mano, con el protagonismo constante de la consola central, con una gran pantalla que se maneja fácilmente desde el ya mítico mando circular de BMW bajo la palanca de cambios. ¿Algún pero? Evidentemente, hablamos de un compacto, por lo que los pasajeros que viajen en las plazas traseras no disfrutarán de total libertad si piloto o copiloto tienen que llevar su asiento muy retrasado. La quinta plaza es más teórica que práctica, y más vale usarla como reposabrazos. Y no hace falta mencionar las bondades tecnológicas de ayuda la conducción cuando se trata de un BMW .
Ficha Técnica
Motor: diésel 4L
Potencia: 184 CV a 4.000 rpm
Par motor: 380 Nm
Consumo: 5,4 litros/100 km
Tracción: total
Transmisión: autom. 8 vel.
Velocidad máxima: 213 km/h
Aceleración: 8,1 segundos
Precio: desde 39.290 euros