Pruebas

A prueba el Honda Civic Tourer: para familias con personalidad



    El Honda Civic Tourer 1.6 i-DTEC 120 es un familiar práctico y bien resuelto, dirigido a aquellos clientes que buscan una opción distinta, pero de calidad.

    En el mundo de los coches familiares compactos hay opciones low-cost, otras de marcas generalistas con buena relación calidad/precio y otras con sabor alemán, muy correctas en todo pero a veces demasiado aburridas. A grandes rasgos este podría ser el boceto que define al segmento. El caso es que existe cierta clientela que no busca ni lo uno ni lo otro. Es decir, hay conductores que quieren un vehículo de tamaño medio aunque muy bien aprovechado y con un buen maletero, pero que además emocione y que les haga sentir que no pertenecen a la gran masa de compradores. Para todos ellos, el Honda Civic Tourer puede ser una opción muy acertada.

    Si algo caracteriza a este japonés es que rompe moldes en diseño. Tanto por dentro como por fuera, sus formas derrochan personalidad. Sin embargo, no se trata de un simple ejercicio estético para llamar la atención, ya que en este caso forma y función van de la mano. Por ejemplo, tras esa zaga tan peculiar se esconde un maletero grande y cómodo de cargar, que gracias a sus 624 litros se convierte en el más amplio de su categoría. No hay compacto familiar que ofrezca tanto volumen para llevar equipaje, y esto es un claro punto a favor, como también lo es el sistema de plegado de los asientos traseros, que se recogen como butacas de cine para lograr un espacio libre en la segunda fila, que puede resultar muy práctico a la hora de transportar objetos altos que no se puedan tumbar.

    Sentado a los mandos, el conductor tiene la sensación de ir a bordo de una especie de vehículo futurista difícil de encasillar. Una vez más, la creatividad se impone, pero sin dejar de lado la parte práctica. Tras ese cockpit envolvente, en el que se integran la consola y el salpicadero ofreciendo dos niveles de información, todo queda a mano y se gobierna con comodidad. Por otra parte, la sensación de calidad percibida es elevada, algo que suele ser habitual en los coches que llegan del lejano oriente.

    ¿Son suficientes 120 caballos?

    Una vez en marcha, el confort sigue presente gracias a una puesta a punto de chasis enfocada a hacer agradables los viajes. Lo que más convence es el tacto del cambio manual, de la dirección y del motor, que están a la altura de los mejores rivales.

    Respecto al último, se trata del diésel i-DTEC de 1,6 litros y 120 CV, que apunta directamente a la diana, ya que se encuentra en el rango de potencia más demandada. Habrá quien se pregunte si es suficiente esa caballería para mover a un coche que, presumiblemente, irá cargado en muchas ocasiones. La respuesta es que sí, ya que sus prestaciones -y su consumo- son más que correctos. Sin embargo, eso de jugárselo todo a una carta no deja de ser arriesgado, quizá una segunda opción de gasóleo en un escalón superior de potencia (¿150 CV?) ayudaría a redondear la gama.

    Llegamos al final de la prueba y concluimos aprobando con un notable alto a este familiar que ofrece mucho a un precio coherente, cosa que no todos pueden decir.

    Ficha técnica

    Motor: diésel, 1.597 cc

    Potencia: 120 CV a 4.000 rpm

    Par motor: 300 Nm a 2.000 rpm

    Consumo mixto: 3,9 l/100 km

    Transmisión: manual, 6 velocidades

    Maletero: 624 litros

    Velocidad máxima: 195 km/h

    Aceleración 0-100 km/h: 10,5 segundos

    Precio: desde 20.900 euros




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