Prueba | Chevrolet Volt: un eléctrico que puede con grandes distancias
Su propulsión es siempre eléctrica aunque cuente con un pequeño motor de gasolina que actúa solamente como generador de electricidad. De esta manera, es capaz de tener una autonomía de uso superior a los 500 kilómetros.
La innovación que supone un coche eléctrico capaz de recorrer tal cantidad de kilómetros hace dudar a muchos. ¿De qué coche se trata?, ¿es un híbrido?, ¿es cierto que es eléctrico? Muchas son las preguntas que genera un coche calificado por Chevrolet y Opel (el Ampera es gemelo del Volt) como eléctrico de autonomía extendida; de ahí que permita viajar sin necesidad de parar para recargar el motor eléctrico.
Pero esto, que dicho así parece poco claro, resulta fácil de explicar. La mecánica que impulsa al Volt es eléctrica, y por lo tanto el coche se mueve siempre en eléctrico. Pero lleva además un motor de gasolina, de cuatro cilindros y pequeña cilindrada (1,4 litros) que no genera tracción en las ruedas, sino que funciona, cuando la energía que necesita el motor eléctrico se acaba, como un generador de esa necesaria energía. De ese modo, el viaje puede continuar sin problema alguno.
Un coche para trayectos cortos
Esto, que está muy bien, en la práctica da lugar a otras dudas. Una de ellas, la de para qué un coche así cuando en un viaje largo el motor de gasolina consume tanto o más que un diésel. En efecto, en un viaje de 480 kilómetros realizado por nosotros, nos sobró gasolina para hacer 115 kilómetros más, pero el consumo de gasolina subió a los siete litros, y no a los 1,2 que comunica la marca.
La explicación también es fácil. En realidad el Volt es un coche para ser utilizado en el entorno de las ciudades. Es decir, si uno vive a unos 30 kilómetros de su centro de trabajo en la ciudad, por ejemplo, puede utilizar sólo el motor eléctrico, sin intervención del de gasolina y, al regresar a casa, volver a recargar las baterías (de iones de litio). Pero, si hace algún kilómetro de más -la electricidad aguanta como mucho unos 74 kilómetros- entra en acción el motor de gasolina para permitir volver a casa sin problemas. En este caso, el depósito de gasolina (35 litros) solo hay que llenarlo muy de vez en cuando. Así, sí que el consumo de gasolina es muy bajo, lo mismo que las emisiones; casi inexistentes. Pero si se hace un viaje largo, el coche se torna tan convencional como uno de gasolina puro aunque funcione sólo en eléctrico.
Práctico y adaptable
Independientemente de la especial mecánica que lo mueve, el Volt es un coche plenamente utilizable. Es cierto que su habitáculo está solamente configurado para cuatro plazas, pero éstas son suficientemente amplias y cómodas, incluidas las dos traseras. También es cierto que su maletero sólo tiene 310 litros de capacidad, pero el abatimiento independiente de los respaldos de los asientos traseros amplia su capacidad por encima de los 1.000 litros si es necesario, y pocas veces se viajará con él a carga completa de pasajeros y equipajes.
Su diseño es, ante todo exclusivo, desde nuestro punto de vista agradable a la vista y con un formato compacto que le permite moverse con agilidad en el tráfico urbano. Destaca en su interior un excelente equipamiento y una calidad excelente. La disposición del puesto de conducción permite manejarlo con total facilidad y con la instrumentación, por pequeños pulsadores en la consola casi invisibles, exige un cierto tiempo de adaptación para que su uso sea intuitivo.
El Volt permite cuatro modos de utilización: normal, eléctrico y ayuda del de gasolina para generar carga en la batería; Sport, que varía el tacto del acelerador para lograr mayores prestaciones; Retener, que preserva la carga eléctrica acumulada utilizando la generada por el motor de gasolina para utilizar la otra cuando es realmente necesaria (en ciudad, por ejemplo); y Montaña, para disponer de la máxima potencia si hay que superar grandes pendientes.
La mecánica del Volt está asociada a un cambio automático convencional que no da problemas. Y el coche se comporta en carretera como uno normal. Es suave, totalmente silencioso en utilización eléctrica y bastante silencioso incluso cuando el motor de gasolina cumple su función. Resulta equilibrado en su comportamiento, con un buen nivel de estabilidad y un confort de marcha irreprochable. Sus prestaciones no son elevadas, pero sí suficientes.
Es un coche caro pese a los 4.000 euros de descuento que ofrece la marca y la subvención pública que está establecida para este tipo de vehículos.
Ficha técnica
Motores: Eléctrico + 4 cilindros gasolina
Combustibles: Gasolina
Potencias (CV): 151 (eléctrica) y 86 (gasolina)
Dimensiones: 4.489 x1.787 x 1.439 mm
Batalla: 2.685 mm
Capacidad maletero: 310 litros
Velocidad máxima: 160 km/h
Consumo medio: 1,2 l/100 kms
CO2: 27 g/km
Precio: 43.425 euros