Peugeot desarrolla un pequeño crossover con su nuevo 2008
La marca francesa capitalizará con el 2008 la experiencia adquirida con el crossover 3008 para crear una oferta inédita en el segmento B. Se comercializará la próxima primavera y se inscribe en la dinámica de ofensiva iniciada con éxito con el 208.
El 2008 es el primer vehículo de Peugeot desarrollado desde el inicio, y de manera simultánea, por y para diferentes zonas geográficas. Al tratarse de un producto global, el 2008 impulsa una nueva dinámica de marca, de acuerdo con la estrategia de desarrollo de su oferta crossover y de conquista de nuevos clientes. En un mundo cada vez más urbano, una nueva generación de clientes está a punto de aparecer y para ellos Peugeot ha desarrollado el 2008. Ágiles y polimorfos, se encuentran en todos los continentes y buscan productos de acuerdo con su imagen, y en este contexto el 2008 cumple con todos los requisitos de ese tipo de clientes.
Consciente de este hecho, Peugeot ha redactado un pliego de condiciones con numerosos objetivos. Desde el inicio, integró en el 2008 el ADN de sus crossover: una experiencia única al volante, un diseño fuerte y una notable funcionalidad. El reto, desarrollar en tres continentes diferentes un vehículo destinado a una clientela mundial. En este sentido, el 2008 se fabricará lo más cerca posible de sus mercados de destino, en Francia (Mulhouse), en China (Wuhan) y en Brasil (Porto Real).
Conducción de berlina, robustez y espacio de todocamino
Este nuevo crossover de Peugeot ofrece en el segmento B una variada experiencia. En apenas 4,16 metros de longitud, innova asociando de manera única la conducción de una berlina y la robustez de un SUV con un espacio interior de interesantes habitabilidad, modularidad y confort. Tan a gusto en ciudad como en carretera, se escapa de ambas con plena confianza gracias a sus prestaciones de movilidad aumentada. Estimulante y polivalente, el 2008 se adapta a cada cliente.
El 2008 reinventa los estándares de los vehículos de gran volumen interior en el segmento de los coches pequeños. Innovador, consigue mezclar lo mejor de mundos diferentes. Esta apuesta estilística afirma de manera contundente su identidad al servicio de la practicidad, del volumen y de la experiencia de conducción.
Con una postura sobre-elevada, el 2008 reposa sobre unos neumáticos M+S y unas llantas de 17 pulgadas con acabado mate. La forma particular de los pasos de rueda en forma de arco permite a la vez asentar el 2008 al suelo y aportar sensación de ligereza. El parachoques y unos bajos de caja de color negro le protegen.
La parte delantera de su carrocería hace suyos los códigos de diseño de Peugeot. Los elementos han sido enrasados al milímetro y aligerados. Finamente cincelado, el capó pone así de manifiesto la protección, la robustez y la ligereza del 2008. La parrilla, tallada en metal cromado, se reafirma en una expresión a la vez refinada y potente. Los inéditos faros estilizados, juegan con la carrocería para dibujar una mirada felina. Se integran en un único elemento que define el frontal dando a éste un carácter expresivo, tecnológico y singular. Esta mirada se subraya por las luces diurnos con iluminación por diodos luminiscentes (LEDs).
Atlético y elegante
Las aletas y el lateral evocan evidentes cualidades atléticas. Las generosas superficies acristaladas, entre ellas el techo panorámico, prometen un espacio interior abierto a todo lo que le rodea. La parte trasera asocia igualmente robustez y dinamismo. El volumen del maletero, con un plano de carga bajo, queda por debajo de un techo con un dinámico abombamiento inspirado por el RCZ. El amplio portón queda enmarcado por unos grupos ópticos sólidamente enrasados con la carrocería. Flotando en su interior, tres garras luminosas reciben la luz desde la base mediante LEDs.
El movimiento elegante y dinámico del techo define igualmente el perfil. Una línea de techo curvada emerge a la altura de las plazas traseras y presenta un elemento decorativo exclusivo, tallado en el metal. Es el origen del alerón trasero que se presenta como la prolongación de la misma pieza. Las barras de techo, de preciso diseño, completan la evocación de dinamismo y de ocio del 2008.
Los motores de última generación aprovecharán al máximo la ligereza del coche para ofrecer una experiencia de conducción inédita junto a una verdadera revolución en el consumo. Gracias a la tecnología de los motores diésel e-HDi y de gasolina de tres cilindros, el 2008 se desmarca de la competencia con unas emisiones de CO2 a partir de los 99 g/km.