Tata Aria, entre monovolumen y crossover

El tercer modelo que comercializa Tata en nuestro mercado, junto al Vista y al Xenon, es un todocamino con estética de monovolumen, al contrario de lo que suele suceder en este tipo de coches de formato 'híbrido'. Disponible con tracción trasera o a las cuatro ruedas y con un motor diésel de 150 CV de potencia, es el más asequible por precio de todos los vehículos de su categoría.

El Tata Aria es un vehículo todocamino por varias razones. Su chasis de largueros y travesaños es el habitual en los grandes vehículos todoterreno (el Aria mide 4,78 metros de longitud), al igual que sus suspensiones (con eje rígido trasero por muelles) y la posibilidad de contar con tracción a las cuatro ruedas y de tener una mayor altura de lo habitual respecto al suelo. La robustez, una de sus características, también justifica esta afirmación.

Sin embargo, la estética que ofrece su carrocería contradice lo anteriormente expresado, y también el hecho de que su habitáculo esté configurado para siete plazas en tres filas de asientos. La distribución de espacios y la capacidad de carga (de 214 litros a 1.777 litros con las dos filas posteriores abatidas, las dos de la tercera escamoteables) también reflejan un ambiente interior monovolumen; como el hecho de que la segunda fila de asientos se pueda regular en sentido longitudinal.

El Aria supone un salto cualitativo tanto en diseño como en calidad. Así se refleja en su carrocería, con un frontal redondeado que luce una parrilla cromada de gran tamaño y unos faros situados sobre las aletas y una zaga en la que los grupos ópticos están dispuestos en sentido vertical y la salida de escape es doble.

En la silueta del coche se observa una tercera ventanilla lateral que quita volumen a la parte trasera. La calidad se refleja en su interior, con cuidados acabados, materiales plásticos blandos en el salpicadero y en los paneles de las puertas y muchos detalles de refinamiento. Además, está muy bien equipado: navegador, climatizador, espejos retrovisores eléctricos y plegables, sensores de lluvia y luces, cámara de visión trasera, seis airbags, ABS con distribución electrónica de la frenada, controles de estabilidad y tracción, etcétera. De hecho, la única opción posible es la pintura metalizada (370 euros).

Sin opciones en el apartado de motorización

Está disponible con un solo motor, diésel, con turbo de geometría variable, de 2,2 litros de capacidad con una potencia de 150 CV a 4.000 rpm y un par motor de 320 Nm entre 1.500 y 3.000 rpm, lo que le confiere un elevado margen de utilización. Cumple la normativa Euro V sobre emisiones y acredita un consumo mixto ciudad/carretera de 7,2 litros con unas emisiones de CO2 de 190 gramos /kilómetro. Este motor está asociado a un cambio manual de cinco velocidades y puede tener tracción trasera o un sistema de tracción a las cuatro ruedas ToD (traction on Demand) que pasa fuerza al eje delantero cuando la situación lo precisa mediante un embrague electromagnético.

El Aria se ofrece solamente con un acabado y con unos precios de 19.975 euros para la versión 4x2 y de 23.960 euros para la variante 4x4. La marca ofrece una garantía para el Aria de tres años o 100.000 kilómetros y la posibilidad de una financiación especial hasta de 10 años con el Banco Cetelem.