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El nuevo Range Rover se estiliza

    Nuevo Range Rover


    Las marcas automovilísticas se han tomado muy en serio la vuelta de las vacaciones, pues no han tardado sino días en lanzar al mundo novedades del peso del nuevo Golf hace unos días, mientras que en una fastuosa ceremonia celebrada en Londres, Land Rover mostraba la cuarta generación de su buque insignia: el Range Rover.

    Con la presencia como madrina "no oficial" de Zara Phillips, nieta de la mismísima Reina de Inglaterra y la actuación sorpresa de Mark Knopfler, líder de los míticos Dire Straits, los responsables de Land Rover desvelaron orgullosos un Range Rover que se ha estilizado tanto en el diseño como en la masa a mover, con una reducción ciertamente notable en la aerodinámica y en el peso.

    Estamos, pues, ante un Range Rover completamente nuevo, la cuarta generación de un vehículo que, desde su nacimiento en 1970, se convirtió en la principal referencia de la marca británica. El Range Rover se ha adaptado a las nuevas tendencias de diseño y sostenibilidad del mundo del motor en general y de Land Rover en particular, tras el éxito del lanzamiento el año pasado del Evoque, cuyo rompedor diseño ha empezado a marcar época.

    Así, estamos ante el Range Rover más estilizado de la historia, no solo en cuestión de dimensiones y aerodinámica (0,32 de coeficiente, el más bajo de su historia). Las cifras hablan por sí solas: como ya hemos dicho, gracias a su estructura monocasco realizada íntegramente en aluminio (el único SUV hasta la fecha que puede presumir de ello) ha reducido hasta 420 kilos su peso (2.160 del nuevo modelo por 2.580 de la anterior generación, una ganancia en ligereza del 39 por ciento), con la consiguiente reducción tanto del consumo (según la versión, parte de los 7,5 litros a los 100 kilómetros) como de la emisión de CO2 (196 g/km).

    Sin perder la personalidad 'Range', una primera vista de esta cuarta generación permite ver el cambio profundo en su diseño. No tan radical como el de la primera a la segunda generación (cuando perdió los faros redondos), pero sí profundo, como se puede ver precisamente en los elementos ópticos, especialmente los delanteros, que se han estilizado, estrechado y expandido en sus laterales en forma de inmensa pestaña. Junto a ellos, es notable también la presencia de las tomas de aire, que han 'migrado' desde las aletas del Range hasta el mismísimo frontal del parachoques. Pero no por ello ha perdido el vehículo sus tan famosas 'branquias', si bien ahora son puramente testimoniales.

    Su interior sigue destilando elegancia, lujo y alta tecnología. Con el rediseño, las pasajeros de las plazas traseras disponen de 118 milímetros más para estirar las piernas, a la vez que la posición del conductor se convierte en un auténtico 'trono', pues se encuentra, según gustos, 90 milímetros más alta que en el resto de los SUV Premium.

    Todopoderoso Range Rover

    Por lo que respecta a los motores, el nuevo Range Rover montará tres propulsores: dos diésel, un 3.0 TDV6 de 258 CV y un 4.4 SDV8 de 339 CV, y un gasolina 5.0 LR-V8 Supercharged, que alcanza unos impresionantes 510 CV. Todos ellos cuentan con una transmisión automática de ocho velocidades más reductora y tracción total, con la novedad de que el conocido sistema 'Terrain Response' ajusta los diversos sistemas de circulación del vehículo según el terreno que se pise ?todo ello manejado por una rueda en el panel central? de forma totalmente automática, si bien se sigue manteniendo la posibilidad de que el conductor lo haga de forma manual.

    A lo largo de 2013 hará su aparición estelar la esperada versión híbrida que contará con un propulsor diésel y otro eléctrico, cuyo trabajo combinado reducirá las emisiones del Range Rover hasta los 169 g/km.

    El SUV Premium más reconocible gana en esta cuarta generación en prestaciones off-road, como por ejemplo los 900 milímetros de capacidad de vadeo con los que cuenta (200 más que en la generación anterior). Además, puede arrastrar hasta 3.500 kilos de remolque, cifra que le convierte en líder en su segmento.

    La más completa tecnología, desde 98.500 euros

    Si quisiéramos entrar en profundidad en todos sus elementos tecnológicos nos faltaría espacio en toda la World Wide Web. Sistema Start/Stop, cierre automatizado de puertas mal cerradas, apertura y cierre de las dos partes en que se divide el portón trasero, compartimentos refrigerados, gancho de remolque de despliegue eléctrico, sistema de audio de alta calidad de la marca Meridian con sonido surround, monitor central de ocho pulgadas con pantalla táctil, control por voz, climatizador de cuatro zonas y calefacción programable, asientos con multimasaje, asientos traseros con reglajes eléctricos (si se elige la configuración de cuatro plazas), iluminación interior mediante tecnología LED, control activo de inclinación, amortiguación variable, dirección asistida eléctrica, sistema de aparcamiento asistido, control de crucero activo, frenado inteligente de emergencia, control de ángulo muerto con un nuevo sensor de "vehículo acercándose", control de detección de tráfico en sentido contrario (para prevenir colisiones durante las maniobras de marcha atrás), sistema de cámaras surround y un largo etcétera.

    Las primeras unidades del nuevo Range Rover ?que se fabrica en la planta que Land Rover posee en Solihull, cerca de Liverpool (Inglaterra), en la que se han invertido 370 millones de libras?, serán entregadas a principio de 2013, si bien ya se pueden hacer reservas en la red oficial de Land Rover. Se comercializará en 170 mercados de todo el mundo. En el español los precios oscilarán entre los 98.500 euros de la versión diésel menos potente hasta los 145.600 de la versión de gasolina.




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