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Lexus CT 200h: Sobrado, aunque falto de caballos

  • Lexus quiere competir en el mercado de los compactos Premium
  • La aerodinámica del CT 200h hace que sea muy eficiente en el consumo
  • Su precio, cuando llegue a nuestro mercado, rondará los 30.000 euros
En carretera se muestra absolutamente sobrado, con unas suspensiones en el punto justo.


Se trata de la primera incursión de Lexus en el segmento de los coches compactos, donde están modelos Premium como el Audi A3, el BMW Serie 1 o el Mercedes Clase B.

Si lo comparamos con la competencia ya comentada y con la salvedad de que el Clase B (ver ficha técnica) es un coche que se vende muy poco en nuestro país, el Lexus CT 200h es un vehículo más sencillo de conducir que un Audi A3 (ver ficha técnica) o un BMW Serie 1 (ver ficha técnica), pero también es verdad que con bastantes caballos menos.

Y es que la base es así de sencilla: al Lexus le sobran los excelentes trabajos realizados sobre las suspensiones y el chasis (siempre comparando con los Toyota Prius (ver ficha técnica) y Auris (ver ficha técnica)) únicamente porque lo que en realidad le faltan son caballos de potencia, al menos para seguir manteniendo la imagen que hasta ahora ha portado la marca nipona.

Con un exhaustivo uso del túnel de viento en el diseño de este modelo, se ha prestado especial atención a la eficiencia aerodinámica y, como resultado, el coeficiente aerodinámico de penetración (Cx) es de tan solo 0,28, siendo líder absoluto en su segmento. Esta cifra tan baja no sólo aumenta la eficiencia en el consumo de combustible sino que también permite una mejora notable de la estabilidad a alta velocidad.

Esto me suena...

El CT 200h lleva exactamente la misma mecánica que sus hermanos pobres los Toyota Auris y Prius, con la misma potencia de 136 CV, suficientes para éstos pero por debajo de esos 160-170 CV que debiera esperarse de este modelo. Es más, una buena solución hubiera sido nacer con la potencia que decimos (sobre un motor de 2 litros, no con el 1,8 actual) y más adelante apoyar la solitaria gama con el propulsor propuesto para su nacimiento como un modelo de entrada más básico.

Al final, el problema no es exclusivo de Lexus, ni mucho menos, y de hecho es el principal error que están cometiendo todas (o al menos la mayoría) las marcas denominadas Premium. La globalización les está llevando a competir en todos los segmentos y a buscar volumen de ventas, dos parámetros que siempre han estado en contraposición con la idea del lujo y la exclusividad.

Si anteponemos la rentabilidad del negocio, nos convertimos en marcas generalistas pero más caras. No hay más que fijarse en el salto cualitativo que algunos fabricantes generalistas como Citroën, Ford, Hyundai, VW o Renault han dado en el terreno de la calidad y el equipamiento para entender que hoy en día ya no basta con ponerle cuero y madera para ser considerado un coche de lujo.

Comportamiento

Volviendo de nuevo al Lexus CT 200h, en carretera se muestra absolutamente sobrado. Unas suspensiones con el punto justo para que el confort no sólo no se pierda sino que además sea una de sus principales virtudes y, a cambio, una auténtica gozada conducirlo en carreteras de montaña, sobre todo cuesta abajo, con unos frenos que responden muy bien y con mucho tiempo de utilización antes de que den muestras de cansancio.

Como novedad en la gama Lexus, el nuevo CT 200h incorpora el sistema performance damper, un sistema compuesto por dos amortiguadores laterales (uno en cada eje) diseñados para absorber y minimizar las vibraciones de la carrocería y así ofrecer al conductor una mayor sensibilidad lineal de la dirección y un mejor confort de marcha. La incorporación de este sistema ha logrado reducir las vibraciones y la deformación del chasis en más de un 5%.

Conducción deportiva o económica

Para realizar una conducción más deportiva existe un mando que nos permite colocar el coche en modo Sport, pero desgraciadamente el cambio CVT (de nuevo como en el Prius o el Auris) ya se encarga de acabar con nuestras ilusiones. Se echa en falta un cambio secuencial que, al menos, nos permita poder exprimir esos 136 CV, y si fuera posible con levas en la columna de dirección.

Las otras dos opciones de conducción posibles son las denominadas Normal y Eco, entre las que, excepto en los primeros momentos de aceleración, no existen grandes diferencias, de manera que la forma ideal de conducir este coche es o en modo Sport o en modo Eco.

Donde barre a la competencia es en el terreno del consumo dado que, a igualdad de motor, puede estar casi litro y medio por debajo de ellos.

Ruido de rodadura

En todos los casos existen un cierto ruido de rodadura que debiera rebajarse antes de que, a finales de año, comience a ser vendido en la mayoría de los mercados europeos. Además del habitual ruido que produce en el motor el resbalamiento del cambio CVT. Al final, no puede decirse que sea un coche ruidoso, no más que cualquiera de los nombrados, pero a Lexus se le puede y se le debe exigir algo más.

En el terreno del confort, prácticamente nada que objetar, aunque sobra el sujetamanos encima de la ventanilla en el lado del conductor, dado que las personas de altura, aunque bajen el asiento, acaban dándose con él. Según el fabricante es para ayudar a salir del coche, lo que no acabamos de entender ya que los sesudos señores del marketing han dispuesto que el vehículo lo van a comprar parejas jóvenes, sin hijos y un alto poder adquisitivo.

El espacio interior es bueno para cuatro adultos. En cambio falla, como le sucede al GS o al IS, el espacio del maletero y eso que, siguiendo la moda del ahorro, se han evitado la incorporación de una rueda de repuesto, sustituida por un kit antipinchazos. Ciertamente y salvo pequeños detalles, el acabado general es muy bueno y los materiales utilizados son los que corresponden a un vehículo que, cuando salga a nuestro mercado, a finales de año, tendrá un precio que no bajará de los 30.000 euros.




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