Fiat negocia comprar una participación de Chrysler
Fiat ya había anunciado meses atrás sus planes de desembarcar en Estados Unidos en 2010 y parece que ha elegido el camino más práctico para hacerlo. La compañía italiana está negociando con Chrysler para hacerse con una participación en el fabricante norteamericano, del que podría aprovechar su extensa red comercial.
Dicho y hecho. Hace un mes, el consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, anunció a bombo y platillo que había llegado, para el sector del automóvil, el momento de las grandes fusiones. El directivo dejó meridianamente claro que su compañía no se quedaría fuera de un risko destinado a dejar en el mercado sólo seis grandes grupos en todo el mundo. Ayer, Automotive News desveló el nombre de la que podría convertirse en la novia de Fiat: Chrysler.
El rotativo estadounidense, especializado en automoción, indicó, citando fuentes cercanas a la negociación, que Fiat podría hacerse con una participación en Chrysler. Así, el fabricante norteamericano tendría acceso a las plataformas de la multinacional italiana y los transalpinos podrían usar las plantas que Chrysler se ha visto obligada a parar debido a la caída de las ventas en EEUU.
El Financial Times, que también citó fuentes cercanas a las conversaciones, fue más alla y afirmó que las dos compañías ya han firmado un acuerdo de intenciones "que se hará público en los próximos días". Según el rotativo británico, Fiat se hará con un 35% de Chrysler -con opción a comprar la mayoría del capital- sin gastar un dólar: a cambio, entregaría al fabricante estadounidense los derechos para usar sus motores, plataformas y mecánica.
Una alianza con sentido
Lo cierto es que, desde el punto de vista insutrial, la alianza tiene sentido. Los dos fabricantes son complementarios en los que a presencia internacional y segmentos de mercado se refiere.
Fiat tiene previsto desembarcar en EEUU en 2011, pero para poder hacerlo de modo efectivo, le hace falta una red comercial extensa y capilar. Además, Marchionne declaró en varias ocasiones que no sería rentable vender coches en EEUU fabricándolos en Europa, si el euro mantiene su fortaleza frente al dólar.
Por su parte, Chrysler no cuenta con una presencia significativa en Europa y Sudamérica, donde Fiat es más fuerte. Además, como los demás fabricantes estadounidenses, está dirigiendo sus esfuerzoas hacia la producción de automóviles de pequeño tamaño y consumos reducidos, un sector del mercado en el que el fabricante italiano cuenta con una amplia experiencia.