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El emblemático motor bóxer de Subaru cumple 50 años de historia

  • El motor boxer lo portó por primera vez el Subaru 1000
Motor bóxer de subaru


Al Subaru 1000 de 1966 y al WRX STI de hoy les separan unas cuantas décadas y una importante brecha tecnológica, pero ambos tienen en común los cilindros opuestos de sus motores bóxer. La firma japonesa está hoy de cumpleaños.

Subaru es una marca ligada irremediablemente a dos conceptos: la tracción integral y el motor bóxer. Cualquiera que se considere amante de la firma japonesa seguro conocerá estos dos pilares básicos que marcan el carácter de cada modelo de la marca. Pues bien, la noticia es que precisamente uno de esos dos puntos clave, el motor bóxer, cumple hoy cincuenta años.

Nada menos que cinco décadas lleva dando guerra este tipo de propulsor que, si bien no es exclusivo de Subaru (Porsche también lo usa desde sus orígenes), sí es muy poco común en el mercado del automóvil mundial. El emblemático motor bóxer fue introducido por primera vez el 14 de mayo de 1966 en el compacto Subaru 1000. Desde entonces, la firma se ha mantenido fiel a su filosofía y ha seguido evolucionándolo para extraer el mayor partido a las ventajas que plantea.

La primera versión del motor bóxer denominado EA, cubicaba 1.000 c.c. y ofrecía 55 CV de potencia, unas cifras nada despreciables si tenemos en cuenta que se trataba de los años 60 y de un modelo de dimensiones y peso muy reducidos. Todos los modelos actuales de Subaru equipan motores longitudinales de cilindros opuestos, tanto gasolina como diésel, que varían desde los 114 CV del 1.6 atmosférico equipado en la versión de acceso del Subaru XV, hasta los 300 CV del 2.5 turboalimentado que equipa el WRX STI y que mueve también al coche de carreras que compite en las 24 horas de Nurburgring.

¿Cómo es un motor bóxer?

En el motor de cilindros horizontales de Subaru, los pistones se ubican simétricamente en dos culatas opuestas con dos pistones cada una, cancelando sus inercias mutuamente y obteniendo como resultado menos vibraciones, un buen equilibrio rotacional y una gran sensación de suavidad en todo el rango de revoluciones. El perfil plano y bajo del motor también permite reducir la altura del centro de gravedad, lo que mejora la estabilidad y el comportamiento en todo tipo de vehículos, incluso en los todoterreno.

La gran peculiaridad de Subaru es que emplea esta configuración bóxer no sólo en motores de gasolina, que como decíamos es algo poco común aunque no novedoso, sino también en motores diésel. El desarrollo del motor bóxer diésel fue lento y costoso, ya que empezó en 1999 y no llegó al mercado hasta 2008. Pero el resultado fue bueno y hoy varios modelos de la gama lo equipan.

Junto a este hito del motor bóxer, Subaru celebra otro muy reciente, que tiene que ver con las 15 millones de unidades con la tracción integral Symmetrical All Wheel Drive vendidas a lo largo de su historia.




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