Nissan y Seat 'aceleran' hacia máximos de producción históricos en Cataluña
- La automoción supera el 'bache' de la crisis y ensamblará más de 600.000 vehículos en 2017
Iván Gutiérrez (Barcelona)
La industria del automóvil en Cataluña sale del túnel de la crisis y coge velocidad después de superar muchos baches. Las dos fabricantes de automóviles, Nissan y Seat, dejan atrás una década perdida y prevén volver a niveles de producción precrisis para ensamblar más de 600.000 vehículos a partir de 2017, cifras sólo alcanzadas en 2000, 2006 y 2007. Su el objetivo es superar los 630.000 automóviles fabricados en el 2000, un hito que se puede lograr en 2018. Descargue el último número de la revista elEconomista Catalunya.
A pesar del azote que ha significado la crisis en cuanto a ventas (y por ende a la producción) u otros imprevistos como el escándalo de los motores trucados de Volkswagen, en 2015, por primera vez desde 2008 se ha rebasado el millón de turismos matriculados. Esto significa un crecimiento del 21 por ciento frente al 9 por ciento de la media europea. La automoción catalana es una de las grandes beneficiadas ya que es la primera productora de vehículos del país.
El escenario automovilístico en Cataluña tiene dos grandes protagonistas: Nissan y Seat, de cuyas plantas se nutre un ecosistema de proveedores que emplea a casi 100.000 personas. A pesar de la pérdida de puestos de trabajo y el cierre o traslado de fábricas de componentes como Autoliv o Valeo, las dos marcas ya han anunciado que ampliarán sus plantillas ante el aumento de la producción, tras asegurar Volkswagen las inversiones.
Un futuro prometedor
En el caso de Nissan Motor Ibérica, su actual consejero delegado, Frank Torres, explica a el Economista en una entrevista que tras "tocar fondo en 2009", se llevó a cabo una reorganización total de la planta de la Zona Franca (Barcelona) con un ERE que afectó a más de 1.400 trabajadores, pero que finalmente ?ha dado sus frutos con la adjudicación de tres modelos en los últimos 17 meses?. Nissan ha pasado de fabricar en Barcelona sólo vehículos comerciales y todoterrenos, a tener en cartera una pick-up (que también se produce para Renault y Mercedes), un turismo y una furgoneta en exclusiva mundial en su versión eléctrica.
Ahora, Torres adelanta que están preparados conseguir "más modelos" y que su factoría estará a plena capacidad en 2017, por lo que contratarán hasta 1.000 nuevos empleados paulatinamente.
La filial española de Volkswagen también incorporará a su plantilla este mismo mes a 160 empleados de los que en principio se iba a prescindir para ahorrar costes para pagar posibles sanciones del 'dieselgate'. Lejos de contraer la producción, la planta de Martorell, que espera la inversión de 3.300 millones por parte de su matriz, ya está en niveles de producción de 2008.
Con la llegada de la nueva generación del Ibiza y el León, Martorell está pendiente de adjudicarse la producción del nuevo Audi A1, lo que le permitiría asegurar la del Audi Q3 que ya tiene, el primer coche premium fabricado en España. Seat, que tras una larga travesía por el desierto en pérdidas, cerró 2014 al borde de los beneficios, explica a este diario que su objetivo es "la eficiencia". Una tesis que corrobora el presidente del Clúster de la Automoción catalana, Vicenç Aguilera, que ya trabaja para captar más de 1.000 millones en cinco años.
Las perspectivas de futuro también son positivas para el profesor de IESE, Pedro Nueno, que "no cree" que casos como el de Volkswagen afecten al sector. Por otra parte, avanza que Cataluña puede tener nuevas marcas en el futuro, previsiblemente chinas. Quien sabe si las cifras de producción que ahora aportan las fabricantes alemanas y japonesas, las engrosará una china.