"La estrategia de PSA es una suerte para Citroën: ya no hay que seducir a clientes de Audi"

Nombrado recientemente director de diseño del año, Alexandre Malval está pilotando uno de los momentos de transición más importantes vividos en el Grupo PSA.

Llegó a PSA en 2001 y trabajó inicialmente en Peugeot. Cuando el año pasado Thierry Metroz pasó a dirigir el estilo de la nueva marca DS, Alexandre Malval le reemplazó al frente del departamento de diseño Citroën.

Este mismo año ha sido usted galardonado en Nueva York con el premio "World Car Design of the Year" por el Cactus. ¿A qué cree que es debido este gran triunfo de su diseño?

Efectivamente, ha sido una gran sorpresa para la marca Citroën, por el premio y también por el hecho de que no vendemos automóviles en aquél país. El éxito del Cactus pienso que es su originalidad, su posicionamiento, su estilo y por el contraste que representa en el mundo del automóvil. No estamos en la línea habitual del "marketing" general y en cuanto a estilo no presentamos tampoco una línea agresiva o centrada en lo deportivo. Vivimos una época en la que la velocidad está limitada y se buscan otras cosas, el posicionamiento en cuanto a "marketing" del Cactus es muy contemporáneo. Ahora hay unas nuevas generaciones de compradores que esperan otras cosas del automóvil y pienso que el Cactus es una de las respuestas a este fenómeno.

Cuando estaba usted diseñando el Cactus se especulaba que podría ser una evocación del "Dos Caballos" es decir, un coche muy sencillo y en el que no habría nada superfluo. ¿Por qué el Cactus no se parece en nada al "Dos Caballos" cuando estamos en plena corriente de influencia vintage?

El tema de resucitar el "Dos Caballos" es una pregunta que nos hemos planteado en repetidas ocasiones, no en el mismo plano del Cactus pero teniéndolo en cuenta como un gran clásico del automóvil. Efectivamente, le confirmo que internamente en la marca lo hemos intentado y hemos hecho bocetos sobre ello. Pero llegamos a la conclusión de que podríamos crear una decepción. ¿Por qué? Pues porque el "Dos Caballos" era un coche basado sobre la ligereza. Era compacto y extremadamente "aéreo". Pertenecía a la concepción aeronáutica de los automóviles Voisin de la época ya que, no olvidemos, lo diseño el ingeniero Lefebvre, que llegó a Citroën después de haber trabajado en Voisin. Allí había concebido el coche minimalista -que en España conocimos como el "Biscúter"-.

Hoy en día, con las normas de seguridad actuales, tendríamos que hacer un "Dos Caballos" mucho más voluminoso y pesado. Los clientes no terminarían de comprender el aspecto y las proporciones del coche.

Y la segunda razón de por qué no lo hemos hecho es porque nos planteamos que evocar el pasado es una buena idea, pero hacer diseño retro no nos gusta. André Citroën, el fundador de la marca, era una persona muy vanguardista y si queremos ser fieles a su estrategia y a la razón de ser de Citroën tenemos que intentar aportar siempre soluciones de vanguardia y modernas. No es fácil, no sé si lo conseguiremos siempre pero lo intentamos.

Ahora son tres marcas en el grupo PSA. ¿Qué camino va a seguir el estilo de Citroën para salvaguardar su propia personalidad?

¡El mejor de los tres! Tenemos la increíble suerte de que el señor Tavares ha decidido que DS tenía que convertirse en una marca. Este hecho nos ha liberado a todos los equipos DS y a todos los equipos Citroën, porque anteriormente había que diseñar dos productos en uno solo. Me explico, había que hacer un producto que tuviera precios competitivos en el mercado generalista y a la vez satisfacer las perspectivas de clientes de alta gama. Ahora ya no tenemos que interesar a clientes habituales de Audi, eso lo dejamos para DS.

Nosotros podemos centrarnos en clientes tradicionales de Renault, Nissan...con productos frescos y atractivos para este mercado. Estoy muy satisfecho de que cada equipo pueda centrarse en su propio objetivo. Para el grupo PSA es también una suerte añadida, Citroën ha estado siempre forzada entre productos muy populares como el "Dos Caballos" y sofisticados como el DS, que tenía que vender en un mismo concesionario. Ahora esta separación va a beneficiar a PSA, puesto que va a poder posicionar mejor a sus tres marcas. Nosotros podremos dedicarnos a nuestra vocación generalista, DS podrá ser más fuerte en lo suyo y Peugeot seguir vendiendo productos completamente diferenciados. Se trata de clientelas complementarias y globalmente hemos aumentado nuestra parte del mercado.

Ustedes tienen vínculos muy fuertes con China, produciendo y vendiendo en aquél país. ¿Va a condicionar esta circunstancia a los futuros modelos, o se van a crear diseños específicos para aquél mercado?

Es algo evidente que China es muy importante para nosotros, estratégicamente es esencial, algo que no era el caso hace diez años. Ahora es el mercado número uno y PSA vende unos 500.000 vehículos por año -uno de cada cuatro Citroën se vende en China - y el objetivo es bastante más elevado. Ahora tenemos allí best sellers como el C-Elysée, C3 o el C5. Tenemos productos que tienen muy buena imagen. Dongfeng, la marca china asociada con nosotros, tiene una gran interés por la marca Citroën por lo cual todos nuestros desarrollos futuros son decididos por nuestro presidente en conjunto. Lo que quiere decir que habrá un mismo coche para Europa y para China. Puede que haya diferencias por ejemplo en cuanto a equipamientos, pero en cualquier caso será en detalles menores.

Esa es la estrategia decidida por Carlos Tavares y que se hará efectiva en algunos años. En el día de hoy, tiene usted razón, tenemos todavía productos específicos para los diferentes mercados y alguno más llegará.Pero haciéndolo así hasta ahora ha sido una oportunidad de vender más automóviles en China. Estamos trabajando ahora mismo con Xavier Peugeot y Linda Jackson en un plan estratégico que nos permitirá ser mucho más rentables en nuestra manera de concebir nuestros vehículos, que serán internacionales. Y para conseguirlo Carlos Tavares ha cambiado la organización del grupo y ha definido directores de mercado para las regiones de Asia, Brasil, Europa, etc. que han integrado parte del marketing y del producto y que son consultados permanentemente. Dentro de dos o tres años todos los vehículos que lanzaremos serán vehículos internacionales.

Vemos cómo los gustos sobre el automóvil han cambiado mucho. Por ejemplo, las berlinas europeas se venden mucho menos y los SUV no dejan de incrementar sus resultados. ¿Cuál es el segmento que prefiere para diseñar nuevos modelos?

Es una pregunta muy personal. En mi equipo no le responderían todos lo mismo. Frederic Duvernier, que es el responsable del Cactus y Cactus M, es especialmente bueno en los coches pequeños, compactos y urbanos. Personalmente no tengo preferencias, me gustan también los SUV y las berlinas. Me gusta trabajar sobre todos los segmentos y que el motivo de trabajo cambie. Si sólo diseñara por ejemplo berlinas, creo que me aburriría bastante.

¿Cómo cree que serán los coches en la próxima década?

Es interesante. Ahora hay cambios cruciales con cambios drásticos de tecnologías eléctricas, como por ejemplo Tesla. Apple y Google trabajan en nuevas soluciones y nosotros vamos que hacer lo mismo par dar nuevas respuestas. Los coches actuales se basan en las necesidades de la época de posguerra. Las nuevas generaciones no tienen la misma relación con el automóvil que nosotros y esperan otras cosas muy diferentes.

¿Cuál es el coche del pasado que le ha gustado más, ya sea Citroën o de otra marca?

Me encantan los coches y me gustaría tener muchos. Me cuesta mucho resumir mi pasión en un solo modelo. Soy un loco de Aston Martin, me gustan los Porsche, adoro el Citroën Mehari, me gustan los pequeños Alfa Romeo de los años 60, el Citroën SM, el Lancia Aurelia..., si pudiera tendría un garaje enorme.