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Rusia protege sus ahorros de la crisis del rublo a golpe de Porsche y Audis

    Clientes rusos pasan frente a un Porsche en un centro comercial en Moscú | Bloomberg


    Frente a la crisis financiera que soporta estos días Rusia y la consecuente caída del rublo, muchos ahorradores rusos han empezado a comprar coches de lujo para protegerse de una posible devaluación de sus ahorros.

    Con el sensible aumento de los precios pronosticado para el próximo año, las ventas de vehículos Porsche, como el Cayenne, se dispararon un 63% en el mes de noviembre, mientras que otros concesionarios, como los de Lexus, se han visto obligados a reforzar su plantilla para atender el incremento de visitas de sus clientes, según ha reconocido Toyota, matriz de la firma premium.

    Y es que no sólo los ricos se están inclinando hacia la compra de coches de gama alta. Rusos de diferentes niveles económicos están buscando convertir sus ahorros en rublos, que se han desplomado casi un 20% frente al dólar desde el pasado 1 de noviembre, en estos vehículos de lujo para evitar una mayor devaluación.

    Y, como pasa siempre en este tipo de crisis, ya hay quien está pescando en río revuelto: la reciente ola de compras ha llegado como una bendición para el mercado de automóviles ruso, que ha sido duramente golpeado por los problemas económicos del país. Las entregas cayeron sólo un 1,1 por ciento el mes pasado, lo que contribuyó a frenar levemente el acusado declive acumulado hasta noviembre al 12 por ciento, según la Asociación de Empresas Europeas de Rusia.

    "Los coches, da igual económicos o premium, se están vendiendo como pan caliente estos días", afirma Tatyana Lukovetskaya, directora ejecutiva de Rolf Group, uno de los mayores distribuidores de automóviles de Rusia. "No podemos recordar tal auge del mercado en la última década", destaca.

    Combatiendo la inflación

    Esta urgencia de comprar es un mecanismo de combatir la preocupación por la alta inflación y la devaluación de la divisa rusa. Ahorros de un millón de rublos valen ahora alrededor de 18.600 dólares, lo que supone unos 4.650 dólares menos desde el 1 de noviembre, y los coches son una buena compra: sus precios sólo han aumentado entre 5 y un 7 por ciento en lo que va de cuarto trimestre, según Rolf Group, mientras que la inflación de precios en Rusia alcanzó un 9,1 por ciento en el mes de noviembre.

    Alexei, por ejemplo, un banquero de un gran banco de Rusia que prefiere no dar su nombre completo, compró un Audi A7 en noviembre. Con la caída del rublo, pagó el equivalente de 40.000 dólares menos por el coche de lo que hubiera pagado previamente. "En tiempos de crisis, la gente ve los coches como una inversión", considera Andrei Rodionov, director de comunicación corporativa de la filial de Mercedes-Benz en Rusia. "La regla de oro que un coche pierde el 20 por ciento de su valor una vez que sale del concesionario ya no es válida".

    Mientras las marcas de automóviles tratan de no transmitir todo el impacto de la devaluación del rublo, un aumento de precios mayor será "inevitable" el próximo año, ya que nadie estará dispuesto a vender a pérdidas, señala Lukovetskaya. Incluso los fabricantes de automóviles extranjeros que tienen producción local en Rusia dependen en gran medida de piezas de automóviles importados.




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