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¿Cómo sacar más dinero por su coche usado? Véndalo en Portugal

    Puente del 25 de abril a la entrada de Lisboa | <i>Foto</i>: iStock


    Aunque a priori pudiera parecer que la más débil economía de Portugal y los sueldos más bajos de sus habitantes supone que los coches de segunda mano se venden más baratos en el país vecino, la realidad es bien distinta: los precios de los vehículos usados de los conductores lusos son sensiblemente más altos que los del mercado español.

    La existencia de unos mayores impuestos sobre la compra de coches nuevos en Portugal han disparado la demanda de automóviles de segunda mano y, en consecuencia, también el precio de estos últimos, según destaca AutoUncle.es, el comparador web presente en varios países europeos.

    AutoUncle ha comparado los precios de 25 modelos de coches usados en los mercados español y portugués, en una amplia gama que va desde los 10.000 hasta los 45.000 euros, concluyendo que todos y cada uno de ellos se encuentran, de media, más baratos en el país vecino que aquí, en España.

    La menor diferencia de precio, señala el comparador, la tiene el Citroën C1, que cuesta 1.700 euros más en Portugal, mientras que la mayor corresponde a un BMW 520 luso, que de media cuesta 9.500 euros más de lo que se pide por él en España. Se advierte que cuanto mayor es el precio del coche, más grande es también la diferencia entre uno y otro mercado. La media de la diferencia entre todos los modelos analizados es de 4.780 euros.

    Impuesto de matriculación

    Así pues, tratar de vender un coche de segunda mano español al otro lado de la frontera puede ser un buen recurso para aquellos usuarios (especialmente los que vivan en zonas próximas) que busquen sacar el máximo rendimiento a la venta de su vehículo. "Si bien comprar un coche en territorio luso para traerlo a España contradice todas las reglas de la lógica, la historia se invierte para aquellos cuya intención es vender", concluyen desde AutoUncle.

    Eso sí, no conviene olvidar en estos casos el impuesto de matriculación (Imposto sobre Veículos), que depende de la antigüedad del coche, de la cilindrada y de las emisiones CO2, aunque especialmente en los coches de segmento superiores analizados por el comparador todavía se saldría ganando. Como ejemplo de simulación, AutoUncle propone el siguiente: un BMW 520 de principios de 2013 tendría un impuesto de matriculación de 3.286,44 euros, lo que aún daría un beneficio de más de 6.000 euros con respecto a su venta en España.




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