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Cómo rellenar un parte amistoso de accidente sin que reine el caos



    Cuando se produce un accidente, por leve que sea, suele reinar el caos entre las partes implicadas. Sin embargo, mantener los nervios a raya es fundamental a la hora de rellenar el parte de accidentes. Aquí te damos unas claves acerca de cómo hacerlo.

    1.- Cuando contratas una póliza de seguros, la compañía suele entregarte, entre toda la documentación, la llamada Declaración Amistosa de Accidente de Automóvil. Esto es lo que todos conocemos como el parte amistoso de accidente y debes saber que se trata de un documento válido para toda Europa, que sirve para recopilar información relativa a los accidentes y así las aseguradoras puedan hacer sus gestiones pertinentes. Así que ya lo sabes, tanto si te das un golpe en España como en el extranjero, no olvides rellenarlo.

    2.- Sabemos que es un momento complicado. Los nervios suelen estar a flor de piel cuando hay un impacto entre dos o más vehículos, por muy leve que sea. Sin embargo, hay que intentar apaciguar los ánimos lo máximo posible. Si estamos obstruyendo la vía, lo primero que hay que hacer, siempre que se pueda, es apartar los coches/motos a un lado para evitar nuevas colisiones. Después, señalizaremos la zona haciendo uso de los triángulos de emergencia y nos pondremos el chaleco reflectante. Cuanto más calmados estemos todos, mejor se resolverá la situación. Da igual si tenemos la culpa o no..

    3.- Por supuesto, lo primero es atender a las personas implicadas. Antes de rellenar el parte de accidente, debemos saber si tanto los conductores como el resto de pasajeros tienen alguna lesión. De ser así, la prioridad es llamar al teléfono de emergencias 112 para que acudan al lugar del siniestro y atiendan a los heridos.

    4.- Llega el momento de hacer la Declaración Amistosa de Accidente de Automóvil:

    ¿De qué partes se compone este documento?

    En la parte superior de la página figuran cinco campos en los que habremos de completar la información relativa a:

    - Fecha y hora del accidente

    - Lugar exacto

    - Víctimas (incluso leves) si las hubiera.

    - Daños materiales que no tengan que ver con los propios vehículos implicados.

    - Testigos. Apuntar los datos de las personas que hayan presenciado el accidente.

    Más abajo figuran dos columnas, a ambos lados del documento, reservadas a los datos de los asegurados de las dos partes implicadas:

    - Nombre, localidad, teléfono.

    - Vehículo. Marca, modelo, matrícula o número de bastidor.

    - Aseguradora y número de póliza.

    - Datos de la persona que conducía en el momento del siniestro.

    - Croquis para indicar con una flecha dónde han recibido el golpe los vehículos.

    - Descripción de los daños apreciados.

    En la parte central del documento figuran escritos una serie de posibles escenarios (giraba a la derecha, estaba aparcado, cambiaba de carril?) para escoger el que más se parezca a la situación en la que se encontraban los vehículos en el momento del impacto.

    Por último, el parte de accidente se completa con un recuadro que permite dibujar el accidente. Justo debajo, aparece una casilla reservada para la firma de ambas partes.

    Todos los datos son importantes

    5.- Tratemos de revisar que los datos proporcionados por el contrario sean veraces. Nombre, DNI, datos de su coche... todo es importante. En ocasiones, aprovechando el desconcierto de la situación, se proporcionan datos erróneos con el objetivo de salir indemnes de la situación.

    6.- Bien por las prisas, por los nervios o porque alguna de las dos partes se niega a ofrecer ciertos datos, a veces no se puede cumplimentar correctamente el parte de accidentes. No pasa nada. Intentemos recabar todo lo que esté en nuestra mano (marca, modelo, matrícula), que puede ser suficiente en algunos casos para empezar a tirar del hilo.

    7.- Si no estamos conformes con la declaración del parte de accidentes, mejor no firmar. Esto, aunque la firma no comprometa, dado que son las compañías aseguradoras las que se encargarán de dilucidar acerca de la culpabilidad.

    8.- Muy probablemente llevemos con nosotros una cámara de fotos o un móvil. Cuantas más pruebas del siniestro haya, mejor. Las fotografías de los vehículos y de la escena en general puede convertirse en evidencias fundamentales para que las aseguradoras tomen una decisión u otra. Es bien sabido que una imagen vale más que mil palabras.




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