Motor

"El impuesto de matriculación de coches ya no tiene sentido"

  • "Un coche de hoy cuesta un 15 por ciento menos que un coche de hace diez años"
Rafael Prieto, presidente de Anfac | Elisa Senra


Rafael Prieto, director general y vicepresidente ejecutivo de Peugeot España y Portugal, asumió en julio del año pasado la presidencia de la patronal Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Desde allí quiere impulsar la recuperación de las ventas del sector.

¿No le parece muy optimista el objetivo de fabricar tres millones de vehículos?

Optimista tiene que serlo para que la economía se recupere. La industria española ha fabricado más de tres millones de coches en ciclos largos, es algo que ya hemos hecho y nuestro potencial instalado permite hacer mucho más que eso. Es optimista, es realista y además es necesario, porque es un factor indispensable para ser competitivos. Es vital para nuestra ecuación económica. A la curva que hemos trazado de 2,2 millones en 2013 y 2,5 millones en 2014 nos faltarían un tramo final de 500.000 vehículos que deben aparecer.

¿De dónde surgirá esa recuperación de los mercados internacionales?

Más del cincuenta por ciento de las exportaciones van al mercado europeo de proximidad. Los últimos tres años, España ha sido el que más ha caído en volumen, pero el mercado europeo debe recuperar el tono vital con un avance del 5 o 10 por ciento en dos o tres años. Ese crecimiento de un 1 millón a 1,5 millones debe ocurrir.

Además, si se analizan todos los modelos, las adjudicaciones tienen un carácter más mundial que las anteriores. Antes eran más modelos locales. Lanzabas un coche y otras plantas competían. Hoy hay un coche, una fábrica y difusión mundial.

Eso hace que mercados de la gran exportación comienzan a pesar mucho más. La exportación era el 75 por ciento y ahora ha bajado entre 10 y 15 puntos. Los mercados que van a crecer -los no europeos- se sitúan al sur o al este de España. El mercado argelino, turco o marroquí, y todo el mercado del Magreb y Masrec, o noticias como la despenalizacion iraní, que es un mercado del automóvil de alta demanda que ha estado prácticamente cerrado y que consumía más de un millón de vehículos. Hay un potencial de crecimiento en la zona euromed y somos el país clave, el único competidor industrial es Turquía.

¿Y cómo evolucionará el mercado?

España está en el G-5 y más del 50 por ciento del crecimiento es achacable sólo a España. Una gran parte vendrá por la recuperación de la demanda interna española. Producción y consumo van ligados y cuando deprime a este nivel ataca a nuestro equilibrio de producción. Lo bueno será un 20 por ciento de consumo nacional y el 80 por ciento en exportación.

La otra razón será de carácter político, las grandes multinacionales tienen que tener un mercado interior fuerte. Nadie deposita inversiones multimillonarias en países sin un mercado interior fuerte. En los últimos seis años hay una demanda de 2,5 millones de individuos que han postergado el cambio y los planes de achatarramiento. Nuestros precios no sólo han bajado de forma real y técnica, además los planes de incentivos y la inflación. Un coche de hoy cuesta un 15 por ciento menos que un coche de hace diez años y hay un nivel de equipamiento que es bestial. El consumidor que nos compra hoy un coche es un cliente de diez o doce años.

Cuando uno compara un coche es algo así como la diferencia entre los primeros móviles GSM 900, que ahora parecen un arma arrojadiza, y que para una fucionalidad parecida son dos universos.

Ante la reforma fiscal que prepara el Gobierno, ¿han planteado alguna propuesta?

Cada vez que hemos querido contarles nuestro plan, siempre hemos tenido las puertas abiertas. Agradezco la predisposición del Gobierno a escuchar al sector, a entenderlo, a estudiarlo al detalle y revisarlo tantas veces como sea necesario hasta que por razones políticas creen que no se puede hacer más. Es un gran progreso de la política y de la economía española que debemos guardarlo y sea cual sea los cambios de gobierno un país que trabaja así siempre lo hace mejor.

En la reforma fiscal hemos transmitido a Hacienda cuál es nuestra visión del modelo fiscal sin entrar a diseñar nosotros el impuesto, que no es nuestra competencia. Transmitir aquellos principios que deben regir la fiscalidad del automóvil. Los principios son muy claros, el automóvil no debe tener una fiscalidad a la compra distinta a la de cualquier otro bien, más allá de impuestos 'ad valorem' como el IVA. Somos uno de los pocos países que aún conserva el impuesto de matriculación, que ya no tiene sentido. Es un resquicio del impuesto del lujo. La fiscalidad debe ir al uso, debe premiar la eficiencia es decir coches que contaminen menos. Deben ser impuestos que anden por el parabrisas y no por el retrovisor.

¿Hay que liberalizar las ITV?

Las economías cuanto más liberalizadas estén, mejor. Sin juzgar a quién lo hace, mejor preparación que tiene un concesionario de una marca, no la tiene un taller de la ITV. Si lo que se busca es competencia técnica para saber si un vehículo está en condiciones, mejor que la marca que lo ha producido nadie estará. ¿Que el sistema se puede prestar a fraudes? Pues que actúe la ley. Fraudes en el modelo concursal de las ITV también ha habido.

¿Habrá dación en pago de coches?

Es una vieja reclamación del sector. Gracias a ellas sigue el crédito para el automóvil vivo. La capacidad para resarcir la deuda en caso de impago. Tener un sistema rápido de recuperación del bien. Si tardamos dos años, se ha depreciado. Nadie impaga por gusto y esto permitiría llegar a un acuerdo rápido.




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