Ford transfiere la producción de Mondeo, S-Max y Galaxy a su planta de Valencia
El grupo automovilístico Ford tiene previsto cerrar a finales de 2014 su planta belga de Genk, lo cual supondría la transferencia de la producción de la nueva generación de sus modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy a la planta española ubicada en Almussafes; esta, sin embargo, perdería la fabricación del C-MAX y del Grand C-MAX en beneficio de las instalaciones alemanas de Saarlouis.
Este conjunto de medidas están contempladas en un amplio plan de reestructuración de las operaciones productivas de Ford en Europa, con el que el gigante de Detroit aspira a "responder a los cambios estructurales del mercado y conseguir un crecimiento rentable en la región".
Objetivo: el fin de la sobrecapacidad
La primera iniciativa supone el cierre de la planta de Genk a finales de 2014, con vistas a lo cual la empresa ha iniciado un proceso de consultas con los representantes de los más de 4.000 trabajadores con los que cuenta esta factoría..
Como consecuencia de esta decisión, Ford ha planteado el traslado de la futura generación de sus modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy a Almussafes, que recientemente ha recibido también la adjudicación del todoterreno Kuga y del Ford Transit Connect, en una inversión de 812 millones de euros. A cambio, llegado el momento, Ford Almussafes debería renunciar a la producción de los C-MAX y Grand C-MAX, que entonces pasarían a ser fabricados en las instalaciones de Ford en Saarlouis, Alemania.
La firma del óvalo explica que su plan de reestructuración le ayudará a afrontar la sobrecapacidad productiva, generada por la caída de la demanda en Europa occidental en más de un 20% en los últimos cinco años. Según la empresa, las ventas de coches en Europa registran su nivel más bajo en veinte años y en 2013 se mantendrán o bajarán aun más.
La compañía del óvalo ha adelantado que dará más detalles de su plan integral de transformación para Europa en una convocatoria con analistas financieros y medios de comunicación mañana jueves 25 de octubre.
Comprensión hacia los trabajadores afectados
El presidente de Ford Europa, Stephen Odell, asegura que la reestructuración en Europa es una parte fundamental del plan para reforzar el negocio y recuperar el crecimiento rentable. "Entendemos el impacto que puede tener para nuestra plantilla en Genk, sus familias, nuestros proveedores y la comunidad local", señaló.
"Reconocemos plenamente y aceptamos nuestra responsabilidad social en esta complicada situación y, si el plan de reestructuración se confirma, nos aseguraremos de que se adoptan medidas y apoyos para mitigar el impacto en todos los trabajadores afectados", añadió.