Lexus quiere desvincular su imagen de Toyota para ser algo más que "fiable"
La fiabilidad de Toyota siempre ha ido a la vanguardia de los fabricantes de automóviles mundiales. Y, precisamente, de ello se ha aprovechado su filial premium, Lexus, durante las dos primeras décadas de vida. Pero ahora, la marca de lujo sabe que tiene que ofrecer algo más si quiere competir de tú a tú con otras marcas de la competencia como BMW o Mercedes-Benz.
Por esta razón, Lexus quiere desvincular su imagen de marca de su pertenencia al grupo Toyota con el fin de desarrollar su propia estrategia que convenza a los potenciales clientes a cambiar sus premium alemanes por uno de sus modelos.
"Para conquistar a los conductores de Mercedes-Benz o BMW, no podemos limitarnos a presentarnos como una versión actualizada de Toyota", explica Kiyotaka Ise, consejero delegado de Lexus desde 2007. "Queremos que nuestra marca sea la elegida por su carácter y sus prestaciones".
El deseo de emancipación no es nuevo. Ya en 2008, Toyota separó a los diseñadores e ingenieros de sendas marcas con el fin de garantizar la independencia a la hora de elaborar el producto. "Para cualquier marca exitosa, es necesario asegurar cierta distancia. No queremos ser vistos como un Toyota plus, eso no es lo que la gente entiende por premium", insiste Karl Schlicht, responsable de producto de la firma.
Un camino propio para recuperar el reinado premium en EEUU
Lexus reivindica su propia imagen de marca como el camino que debe seguir para recuperar el trono de ser, durante más de una década, la marca de lujo más vendida en Estados Unidos, el primer mercado de coches premium del mundo. En 2011, BMW le arrebató el cetro y la japonesa no quiere dejar que ese dominio siga creciendo.
El plan es claro: a partir de ahora, los coches de Lexus se venderán bajo la etiqueta de una "marca global unificada". Una línea maestra que contrasta con la seguida por su matriz: Toyota divide su mercado en tres regiones para atender mejor a la demanda local.
Lexus quiere equipararse así a sus rivales directos; todos para todos sería su filosofía. "Cuando un propietario de un Mercedes o un BMW habla de su coche, lo que importa es que tiene un Mercedes o un BMW y no tanto qué modelo tiene", destaca Ise. Ese es el objetivo: da igual qué Lexus se tenga mientras se tenga un Lexus.