La matriz de Saab solicita su quiebra después de que GM entorpeciera su venta
La matriz holandesa Swedish Automobile presentó hoy una solicitud de quiebra de su filial Saab Automobile ante el tribunal de Vänersborg (Suecia) por la imposibilidad de asegurar la viabilidad económica del fabricante de vehículos sueco.
La decisión obedece a que la china Youngman, con la que tenía un acuerdo de venta de Saab Automobile, ha renunciado a la operación tras no poder llegar a un acuerdo con General Motors, antigua dueña de la firma y todavía propietaria intelectual de la tecnología del fabricante sueco.
Se espera que el tribunal, que hoy debía decidir sobre la continuidad del proceso de reestructuración al que estaba sometida la firma, que cuenta con una plantilla de unos 1.600 trabajadores en Suecia, adopte una resolución sobre la solicitud de quiebra en las próximas horas.
Lenta agonía durante dos años
La quiebra de Saab llega después de más de dos años de lenta agonía, una vez que General Motors anunció en 2009 su intención de vender o liquidar su filial sueca. La multinacional estadounidense no encontró comprador y anunció el cierre de Saab para finales de aquel año.
No obstante, el fabricante sueco de coches deportivos Spyker (actual Swan) logró convencer finalmente a General Motors y adquirió Saab, para la que proyectó un plan de negocio que contemplaba la vuelta a la rentabilidad y el lanzamiento de una nueva generación de productos.
Con todo, la empresa ha adolecido desde entonces de problemas de liquidez, especialmente graves en el corto plazo. Estas dificultades se agravaron antes del verano, cuando Saab se vio obligada a suspender la producción en su planta de Trollhättan por falta de suministro, provocado por las deudas que arrastraba con sus proveedores.
Una situación que llevó a la empresa a solicitar a principios de septiembre la reorganización voluntaria, figura equivalente al concurso voluntario de acreedores, para obtener la protección judicial y ganar tiempo para poder encontrar un inversor.