El pequeño Fiat vuelve a andar
Hay automóviles que pasan a la historia por sus innovaciones tecnológicas y estilísticas. Otros que merecen ser recordados por lo que representraron en la vida cotidiana de una generación o un país. Pero muy pocos consiguen unir estos dos conceptos. El Fiat 500 es uno de ellos. Durante sus 18 años de vida, desde 1957 hasta 1975, se fabricaron 3.893.294 unidades y supuso para muchos europeos la mejor (e incluso la única) posibilidad de acceder al mundo del automóvil.
Ideal para aparcar
Producido en la fábrica de Tichy (Polonia), el nuevo 500 es un modelo de tracción delantera, con una carrocería de tres puertas y dimensiones reducidas, ideal para circular por ciudad y aprovechar los huecos más pequeños para aparcar. Utiliza la misma plataforma del Panda y la del futuro Ford K pero, a diferencia de estos, cuenta con un sabor especial -sobre todo en el terreno del diseño- que nos lleva a compararlo más con el Mini.
El interior, aunque incorpora materiales y equipamientos de vanguardia, recuerda al antiguo 500. Alojarse en este coche no resulta muy complicado, aunque el asiento delantero es fijo y sólo se regula la inclinación de la banqueta. Como la mayoría de los automóviles con tres puertas, las plazas traseras sólo se ocupan en momentos puntuales. Resulta poco recomendable pedir que el coche incluya un techo acristalado, ya que reduce considerablemente la altura útil en el interior del vehículo. Dispone de un maletero con 185 litros de capacidad (el del Mini, por poner un ejemplo, tiene 160 litros).
La versión que utiliza el motor de gasolina de 1.2 litros, objeto de esta prueba, es la mejor de las tres existentes si se quiere combinar una mayor agilidad con un consumo reducido. Además, es el que, por prestaciones, más se asemeja al modelo de hace 50 años.
Con ese tamaño, es fácil imaginar lo agradable y fácil de conducir que resulta en todas las circustancias, pero teniendo en cuenta la escasa distancia entre ejes, es el coche idóneo para las zonas con baches. La dirección tiene dos leyes: una más blanda recomendada para una conducción muy tranquila o para hacer maniobras, y otra que endurece el volante considerablemente para permitir un mejor tacto del vehículo.
Buenas suspensiones
El confort de las suspensiones es mejor de lo que se podría esperar en un coche pequeño . Sobre pavimento ondulado, el trabajo de absorción de las irregularidades es bastante bueno. La caja de cambios, con cinco velocidades, tiene los desarrollos justos para evitar un aumento innecesario de la rumorosidad. Además, la palanca se encuentra correctamente situada, con el recorrido justo.
Su versatilidad
Disfruta de una rigidez ejemplar, tiene una excelente aerodinámica y dispone de la mejor seguridad: pedalier colapsable que se esconde en caso de colisión, siete airbags, ABS con distribución electrónica de frenada EBD y asistencia a la frenada de emergencia y un programa de estabilidad ESP que incluye un control antideslizamiento y ayuda al arranque en cuesta.