El corto noviazgo entre Ford y Ferrari: el origen del mítico GT40
El Ford GT40 fue todo un mito de la competición en los años 60. Hoy podría estar cocinándose una nueva entrega del superdeportivo americano, que estaría preparado para salir a pista dentro de poco tiempo, quizá con un motor ecoboost en sustitución del tradicional V8.
Muchos conocen el enfrentamiento entre Enzo Ferrari y Ferrucio Lamborghini, que acabó llevando a este último a fundar su propia compañía de deportivos para rivalizar con los 'cavallinos rampantes'. Sin embargo, menos sonado fue el romance con divorcio incluido entre el señor Ferrari y el mismísimo Henry Ford II, que tuvo lugar a principios de los años 60. Por aquél entonces Ford necesitaba un coche ganador para competir en las 24 de Le Mans, al tiempo que Enzo Ferrari mostraba interés en vender su compañía.
Ambas partes negociaron y todo parecía indicar que la firma de Detroit sería la nueva propietaria de Ferrari. Por fin acabarían los años de sequía en la que, sin duda, era una de las competiciones más importantes del viejo continente- pensaba Mr. Ford. Pero cuando todo parecía estar perfectamente encaminado, al 'commendatore' se le torcieron los cables y decidió seguir manteniendo su amada empresa, que más tarde acabaría vendiendo a Fiat.
Un devorador de Ferraris
Esto provocó en Ford un tremendo enfado, que acabó tornando en un deseo insaciable de derrotar a cualquier Ferrari en la pista. Así que buscó nuevos aliados para seguir adelante con su aventura, hasta que se topó con la firma Lola, con la que llegó a un acuerdo y empezó a construir un coche de competición sobre la base del Lola GT, que ya había competido en Le Mans con buenos resultados. Corría el año 1963 y estaba apunto de nacer el Ford GT40, que debe su nombre a las siglas de Gran Turismo y a las 40 pulgadas de altura total que mide desde el techo hasta el suelo.
Dotado de un motor V8 longitudinal y ubicado en posición central trasera, el nuevo devorador de Ferraris era capaz de alcanzar los 330 km/h en la recta de La Sarthe, lo que hacía presagiar buenos resultados en carrera. Aunque sus comienzos no fueron especialmente alentadores (eran frecuentes las averías en la caja de cambios, que le impedían terminar las carreras), rápidamente empezó a acumular éxitos. Sin ir más lejos, ganó cuatro ediciones consecutivas del mítico certamen de Le Mans, entre los años 66 y 69. En total, durante sus años de vida útil, llegó a hacerse con 61 victorias, 166 podios y 32 'pole position'.
Este año se cumple el 50 aniversario de la puesta de largo del Ford GT40 que, por cierto, tuvo una secuela moderna a principios del siglo XXI. Es por ello que lo rescatamos en esta sección de modelos míticos, y no sólo para que sople las velas de su tarta de cumpleaños, sino porque hoy Ford ha anunciado que en su estrategia de ventas a corto plazo figuran un buen número de coches ?de alto rendimiento?. Curiosamente, al mismo tiempo llegan rumores desde EEUU que dicen que un nuevo GT40 podría estar en el horno en estos momentos. Todo esto nos lleva a soñar que quizá en el próximo Salón de Detroit, que abrirá sus puertas en apenas unas semanas, podría darse a conocer la nueva entrega del deportivo americano.