Motor clásico

Chrysler Ghia "Gilda" Streamline X: un cohete con diseño italiano

    Chrysler Ghia "Gilda" Streamline X


    Corrían los tiempos en que Rita Hayworth y Glenn Ford mantenían a todo el mundo pendientes de la pantalla mientras se abofeteaban de la forma más natural. Mientras tanto, en su departamento de la Universidad Politécnica de Turín, el profesor Giovanni Savonuzzi, que además de docente era director técnico del famoso carrocero Ghia, recibía un insólito encargo.

    Chrysler quería presentar un prototipo de coche aerodinámico, muy moderno pero con cómodas plazas. Savonuzzi que, como muchos ingenieros de la época, había trabajado en la industria aeronáutica, aplicó las técnicas de diseño de los aviones y sometió a las sucesivas maquetas del proyecto a pruebas en los túneles de viento de la universidad ya que todavía no disponía de instalaciones donde cupiese un coche a escala real.

    Motor de turbina

    El resultado fue una carrocería que se iba estilizando a lo largo del desarrollo, de manera que al profesor las formas modeladas por el viento pronto le sugirieron a la refinada Rita Hayworth con la que, como muchos otros en aquellos días, suspiraba.

    Sobre unas premisas marcadas por Chrysler de 3,27 metros de distancia entre ejes, 2 de anchura y 1,37 de altura, el profesor esculpió su "Gilda", como la bautizó. Con más estilo en su estética que eficiencia puramente aerodinámica, el Chrysler Ghia tuvo mucha influencia sobre otros modelos americanos de la época y dió origen al Supergilda y los Chrysler Dart y 400 Superdart. Incluso inspiró uno de los Ferrari más extraordinarios de todos, el 410 Superamerica Coupé de 1955, un encargo hecho especialmente para el piloto ídolo en Indianápolis Robert Wilke.

    El prototipo "Gilda" estaba originariamente provisto de un motor trasero Osca 1.5, pero dadas las posibilidades y ambiciones del futurista proyecto, se sustituyó por una turbina que le propulsaban hasta los 225 kilómetros por hora, una velocidad estratosférica para la época.

    De hecho, sobre el los planos del "Gilda" se desarrolló un pequeño coche 'cazarécords', el Nibbio II que dotado de un motor de moto Guzzi de 350 centímetros cúbicos permitió al conde Giovannino Lurani bajar varias marcas de velocidad en 1958.

    El Chrysler Ghia "Gilda" Streamline X, antes de llegar a los Estados Unidos, se exhibió por los principales salones europeos y después perteneció a la colección del museo Ford de Dearborn para pasar posteriormente a la colección Harrah de Reno donde lo adqurió recientemente un particular.




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