Un temblor de 5.1 inaugura el GP de Japón e infunde aún más miedo a los pilotos

Un terremoto de 5.1 grados en la escala Richter sembró el pánico ayer en el circuito de Motegi, donde estos días se celebra el GP de Japón de Motociclismo. El susto no fue tanto por la intensidad del temblor, no demasiado alta para tratarse de tierras niponas, sino sobre todo por la proximidad a la central nuclear de Fukushima que estalló el pasado marzo.

Después de toda la polémica suscitada tras la negativa de la FIM a la petición de los pilotos para que se cancelara el Gran Premio, por temor a la radiación procedente de la central, un nuevo terremoto ha vuelto a sembrar el pánico.

La sacudida de tierra apenas duró unos segundos con una intensidad de 5.1 en la escala Richter, pero su proximidad con respecto a Fukushima -su epicentro se localizó a sólo 63 kilómetros de la central nuclear- ha hecho temblar, también por dentro, a los pilotos del Mundial de motociclismo.

No es la primera vez que un movimiento sísmico azota un circuito japonés durante un fin de semana de competición, pero ahora la preocupación de los pilotos, equipos y organizadores se multiplica exponencialmente: este temblor agudiza la psicosis de los pilotos frente a los antecendentes del 11 de marzo.

El acontecimiento se propagó rápidamente por las redes sociales con los propios corredores como informadores en tiempo real. "¡Acabamos de tener un terremoto aquí en Motegi! Uff, ¡¡¡cómo ha temblado todo!!!Por lo demás, todo listo para mañana. ¡Qué ganitas!", relataba un tranquilo Nico Terol en su cuenta de Twitter.

Con menos calma parecieron tomárselo otros pilotos como Álvaro Bautista o Héctor Faubel. "Jajaja, ¡mi primer terremoto! Estaba en la habitación y de repente se ha empezado a mover, no mucho ¡pero lo suficiente 'pa cagarme' un poquito!, confesaba Bautista. "Hemos sentido por primera vez un terremoto de 5.6... ¡Increíble! Vaya tela... Espero que no haya ninguno más", deseaba, por su parte, Faubel.

Ahora sólo cabe esperar a posibles réplicas que puedan poner en riesgo la celebración del Gran Premio, que vendría a dar la razón a los pilotos, después de que muchos de ellos reiterarn en las últimas semanas sus reservas sobre competir en Japón.