Fórmula 1

Las altas temperaturas le dan la espalda a Alonso en julio y le alejan del Mundial

    Fernando Alonso | Archivo


    La mala suerte se ha cebado en julio, especialmente, con Fernando Alonso. Ferrari, que durante todo el año había tenido muchos problemas para que sus neumáticos tomaran temperatura rápidamente, veían en las altas temperaturas del verano una gran oportunidad para aprovecharse de una ventaja competitiva. Sin embargo, éste ha sido uno de los períodos estivales más fríos de los últimos tiempos.

    No está siendo un buen año para Ferrari. A los de Maranello, se les ha juntado la falta de competitividad del F150º Italia de la primera parte del año con la mala suerte de las últimas semanas. A pesar de ser el piloto con más puntos sumados en julio, la diferencia entre el asturiano y el líder de la general Sebastian Vettel apenas se ha reducido en el pasado mes.

    Una situación que podía haber sido completamente diferente si la fortuna hubiera llegado a aliarse con la escudería roja este verano. En Ferrari consideraban que, con la llegada del calor, se resolverían los problemas que han tenido para hacer que sus neumáticos alcancen altas temperaturas que optimicen su rendimiento en un tiempo menor, o al menos igual, que el de sus competidores. De esta forma, el resto de equipos, habría sufrido los efectos de una mayor degradación en sus gomas por dicho calor y Ferrari hubiera el principal favorecido durante julio.

    Si las previsiones de Maranello se hubieran cumplido, Fernando habría tenido muchas más opciones de ganar las tres carreras disputadas en el último mes y, por tanto, se habría acercado de manera inevitable a un Vettel, inequívocamente menos competitivo que en el resto del año.

    El verano más frío de la Fórmula 1

    No obstante, este verano ha sido uno de los más fríos de la Fórmula 1. En esos términos, se han lamentado desde Ferrari, conscientes de que un poco más de calor les hubiera mantenido en la brecha del Mundial.

    El paradigma de este infortunio lo representa mejor que ningún otro el Gran Premio de Hungría. En un trazado que, tradicionalmente, ha sido un verdadero infierno para los pilotos, por las temperaturas extremas a las que está sometido Hungaroring, las lluvias causaron estragos en esta edición dando lugar a una caótica carrera en la que Alonso tiró de experiencia para obtener un preciado tercer puesto.

    Lejos quedan ya las acusaciones a la escudería italiana de conservadora y de poco atrevida, pues Ferrari ya asumió en el GP de Gran Bretaña que, si quería seguir teniendo opciones al título, tenían que arriesgar como no lo habían hecho en muchos años. Pero ahora, a diferencia de lo que ha ocurrido históricamente con el equipo más laureado de la Fórmula 1, la fortuna no ha sonreído a 'Il cavallino rampante' en este año.




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