Ferrari se ahoga en la lluvia de Montreal

Cuando parecía que Ferrari podía dar un golpe sobre la mesa en el Gran Premio de Canadá, tras los buenos resultados cosechados en los entrenamientos libres y en la tanda de clasificación, la escudería italiana volvió a frustrar sus opciones con una nefasta estrategia durante la carrera en el Gilles Villeneuve.

El F150º había demostrado ser más competitivo en Canadá que en cualquier otro momento de la temporada y todo apuntaba a que Ferrari lucharía cara a cara contra Red Bull por llevarse la victoria en Montreal. De hecho, los de Maranello lograron meter a sus dos pilotos entre las tres primeras posiciones en la parrilla de salida, gracias a la destreza al volante de Fernando Alonso y Felipe Massa.

Sin embargo, los problemas llegarían, una vez más, cuando dio comienzo la carrera. Lluvias torrenciales y coches de seguridad aparte, Ferrari volvió a demostrar la improvisación de que ha hecho gala en los últimos Grandes Premios a la hora de planificar la estrategia.

Tras la retirada del coche de seguridad, con el que se lanzó la salida, y la consiguiente reanudación de la carrera, la principal incógnita para los equipos consistía en elegir qué neumáticos se utilizarían a partir de entonces. Todos los monoplazas salieron, como estaba estipulado, con las gomas de lluvia extrema. Pero dejó de llover y algunos equipos empezaron a replantearse hacer movimientos y cambiar los neumáticos de sus monoplazas.

Entre ellos, Ferrari que en la vuelta 18 decidieron cambiar al compuesto intermedio en el coche de Alonso. A la siguiente vuelta, comenzaría a llover y el piloto asturiano se vería obstruido por los pilotos que no habían parado a cambiar sus neumáticos y que, de momento, no tendrían por qué hacerlo.

A partir de ahí, la carrera entró en una fase de caos en la que la lluvia comenzó a causar estragos y los trompos y errores se iban sucediendo sin perdonar a prácticamente ningún piloto. Finalmente, la organización decidió suspender la carrera pero, para cuando la bandera roja ondeaba en pista, Alonso ya se encontraba en novena posición.

A la reanudación, Alonso abandonó la carrera tras un incidente con Jenson Button (McLaren) que el propio piloto español atribuyó a la "suerte", pero lo cierto es que, de no haber sido por la pésima estrategia de Ferrari en la primera parte de la carrera, ésta hubiera transcurrido, probablemente, de manera bien distinta para el piloto español. Alonso volvía a perder una oportunidad de subir en la clasificación general de pilotos.

Ferrari no hace autocrítica

Lejos de hacer autocrítica por su mala gestión en Montreal, desde la escudería roja, sus responsables no se han sentido culpables del mal resultado de sus pilotos, atribuyéndolo, en palabras de Stefano Domenicali, a "un caótico Gran Premio de Canadá". Sólo Pat Fry, ingeniero jefe de Ferrari, ha sugerido que se equivocaron porque "nuestras cábalas no salieron, eso desde luego", reconoció en unas declaraciones publicadas por el portal de Fórmula 1 caranddriverthef1.com.

92 puntos separan a Alonso del líder del Mundial

La valoración general que se extrae al término de la carrera de Montreal se resume en un dato: los 18 puntos de ventaja que Sebastian Vettel, actual líder del mundial, ha sumado a la diferencia previa al Gran Premio con respecto a Alonso y que dejan la distancia en la general entre ambos corredores en 92 puntos.