Fórmula 1

Fernando Alonso: "Mi padre me quiere con locura pero nunca me ha abrazado"

    Alonso descansa en su box en el nuevo trazado de Corea (Efe)


    Fernando Alonso es un tipo hermético. No suele conceder muchas entrevistas y en las que habla, lo hace con el caparazón de su vida personal a cuestas. Por eso resulta sorprendente leerle hablando de él, su padre y el amor que se profesan. "Nunca me ha abrazado", confiesa. Por eso, tal vez en la situaciones afectivas se "bloquea". Este es el Alonso más íntimo, ese que se esconde tras un mono y casco de Fórmula 1.

    En una entrevista concedida a la versión italiana de la revista GQ, 'el Nano' habla de todo menos de Fórmula 1, un mundo, el del 'Gran Circo' que contrasta con su personalidad. El glamour de los grandes escenarios no va con él. Ni si quiera la modernidad.

    "Soy consciente de ser un hombre chapado a la antigua. Algo por otra parte, atípico en mi generación, pero que cultivo y defiendo como un sistema de valores ligado a mi pasado, a mi tierra, a mi familia", comenta. Éste último concepto, familia, es clave en su evolución. Dentro y fuera de la Fórmula 1. En el pasado, presente y futuro.

    "Me siento cómo en mi matrimonio. Intento hacerlo lo mejor que puedo, ambos lo intentamos. Por ahora no nos planteamos tener hijos", confiesa el asturiano cuando se refiere a su mujer, la cantante Raquel del Rosario. Con ella, afirma, pone todo de su parte para que sea feliz, pero sabe que ese lastre emocional que arrastra desde que era pequeñito puede ser un obstáculo.

    "Creo que afecta a Raquel y no sólo a ella. Intento explicarme la razón y me viene a mi mente mi padre. Me quiere con toda su alma pero nunca me ha abrazado. (...) en eso somos iguales, ante las manifestaciones afectivas nos bloqueamos", desvela por primera vez.

    Estima a Zapatero

    Alonso tampoco huye de la política y aunque, sin mojarse, afirma que Zapatero es un "hombre al que estimo y respeto. Intenta hacer cosas difíciles, con lo fácil que es votar...", prosigue.

    Pregunta tras pregunta, Alonso sigue desvelando una personalidad recia, muy norteña, alejadísima de los estereotipos que se le suponen a todo un bicampeón de Fórmula 1.

    "No tengo avión personal. Tengo un barco, como muchos otros compañeros. No doy importancia a esas cosas. Sé qué significa tener privilegios y hacer renuncias. El dinero tiene su importancia, lo reconozco, pero es mejor tener presente una gama de valores más sólidos", afirma.

    Entre sus aficiones poco conocidas la cocina. Se engancha en los hoteles de medio mundo a los canales de tv donde chefs modernos hacen juegos malabares que él escucha, pero no sigue. "Lo mío es la comida tradicional".

    También le encanta el cicilismo y entre sus metas, formar un equipo propio. "Me gustaría formar un verdadero equipo, incluso antes del final de mi carrera. Pienso mucho en ello, podría delegar la gestión", finaliza.




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