Ferrari analiza los diversos problemas mecánicos sufridos
Tras regresar el equipo desde Malasia éste mantuvo por la tarde una reunión con el Presidente Luca di Montezemolo. En ella Stefano Domenicali y los técnicos analizaron el fin de semana y los problemas surgidos durante su transcurso.
Según declaraciones de Ferrari el equipo no está contento con el resultado, inferior a las expectativas, debido a varias causas. La primera fue el error cometido durante la Q1 que condicionó negativamente toda la carrera al dejarles en la posición 19 ª y 21º de la parrilla de salida a Fernando Alonso y a Felipe Massa.
Debido a esto sólo esperaban llegar a los puntos a menos que algún elemento externo - la lluvia o el coche de seguridad - cambiasen el resultado del estudio realizado antes de la carrera. A pesar de todo el objetivo se alcanzó parcialmente con Felipe Massa, llegó en séptimo lugar, mientras que el fallo del V8 del asturiano se llevó los dos puntos que parecía iba a conseguir.
A pesar de todo en Maranello saben que tienen a los dos pilotos en el primer y segundo lugar en la clasificación de pilotos y que el equipo es líder en la clasificación de Constructores. El año pasado después de tres carreras no habían ganado nada y por ello aseguran que ahora están concentrados en trabajar duro, especialmente en cuanto a fiabilidad y rendimiento.
La fiabilidad también era el principal tema de análisis hoy durante la reunión. No sólo hubo un problema con el motor del coche número 8, también los montados en la escudería Sauber sufrieron una avería que retiró a De La Rosa antes de empezar la prueba y otra que detuvo a Kobayashi después de ocho vueltas. El análisis confirmó que los problemas en los coches suizos no tienen nada que ver con el fallo de motor de Alonso ya que en estos la causa fue un mal funcionamiento de la gestión electrónica del motor.
El fracaso del V8 Alonso ocurrido a dos vueltas antes del final de la carrera no muestra ningún tipo de parámetro que signifique una relación entre este problema y el de Sakhir, causado entonces por un momentáneo sobrecalentamiento, que obligó al equipo a tomar la decisión de cambiar los motores de ambos coches después de la calificación para el GP de Bahréin.
En Ferrari creen que es posible que el problema con la caja de cambios aparecido al principio de la carrera pudiera haber causado efectos secundarios en el propulsor al ser utilizado de manera anómala durante toda la prueba.