Nuevo Ford S-Max, ahora con tracción total

La influencia estética de la berlina Mondeo llega al monovolumen más dinámico de Ford. El S-Max se renueva con una imagen conservadora, pero de poderoso frontal, con una gran calandra y modernos grupos ópticos de tecnología Full LED.

En general, ha bajado un tanto el grado de deportividad del diseño anterior, centrándose más en un concepto familiar polivalente.

Su interior apuesta por una sobria sencillez, aunque se pone de relieve un aumento de la calidad percibida. A lo que no renuncia el nuevo S-Max es a un equipo aún más completo que el de la edición anterior, con posibilidad de incorporar sistemas de avisador de cambio de carril, ángulo muerto, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo o los últimos avances en cuanto a conectividad como la pantalla táctil con mando de voz Sync2.

Asimismo puede incorporar mecanismos de última generación que facilitan el acceso y la vida a bordo, como es el portón automático que se abre al aproximarnos a él sin necesidad de manejarlo con las manos.

Gama de cinco motores

Este modelo tiene especial importancia, ya no solamente por su gran éxito comercial en Europa, sino también porque está fabricado en la planta española de Valencia. Se trata de la segunda generación del monovolumen compacto y llegará a los concesionarios en los primeros meses de 2015.

La gama incluirá tres motores turbodiésel 2.0 TDCi en tres niveles de potencia, 120, 150 y 180 caballos. La vertiente gasolina estará cubierta por el 1.5 Ecoboost de 160 caballos y el más deportivo de todos ellos, el mejorado 2.0 Ecoboost con 240 caballos de potencia.

En cuanto a la transmisión, se seguirá ofreciendo en las versiones que lo permitan el cambio automático Powershift. Pero también se incluirá una importante novedad como es la transmisión total a las cuatro ruedas, algo que ha posibilitado compartir la plataforma con el nuevo Ford Mondeo. Una característica que ampliará sin duda el radio de acción y comercial del dinámico S-Max.