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Los otros Porsche: tanques y tractores
Cuando sale en nuestras conversaciones el apellido Porsche, a todos nos viene a la cabeza un emblemático 911, el modelo de deportivo más longevo, vendido y apreciado de la historia.
Aunque no siempre fue así y existieron otros Porsche, menos conocidos por el gran público, pero también con gran repercusión.
A Ferdinand Porsche le tocó hacer la mili nada menos que como chófer del archiduque Francisco Fernando de Austria, cuyo asesinato poco después desencadenaría la I Guerra Mundial. No es de extrañar que Porsche se viera inmerso desde el principio en el conflicto y, una vez movilizado en la contienda, desarrolló el tractor para piezas de artillería Lohner, que incluso le valió en 1917 el título de doctor honoris causa por la Universidad de Viena.
Su potencial para desarrollar ingenios mecánicos se continuaría durante la II Guerra Mundial, en la que el ejército alemán utilizaría con gran éxito carros de combate diseñados por el genial ingeniero. El carro pesado Jagdpanzer Elefant (apodado Ferdinand por su creador) o el carro medio táctico Type 100 Leopard con sistema híbrido Diesel/Eléctrico con dos motores V10 refrigerados por aire fueron creaciones suyas.
Poco después recibió el encargo de desarrollar el vehículo ligero Type 166 Kübelwagen, rival del Jeep americano, del que incluso diseñó una versión anfibia, el Type 12.
Más tarde compitió con el constructor de armamento Henschell por la fabricación del carro Tiger y posteriormente por el Tiger II. Para ello desarrolló el Type 101 Tiger, en la categoría de carros de combate de más de 50 toneladas, aunque finalmente fue Henschell quien se llevó el contrato del famoso Tiger.
A medida que avanzaba la guerra, los tanques empezaron a acusar su debilidad frente a la aviación. Fue entonces cuando Porsche diseñó junto con Dimler-Benz el monstruoso blindado Type 205 Maus animado por un motor de 12 cilindros en línea con 1.080 caballos de potencia. La poderosa máquina de combate le fue presentada a Hitler en persona en mayo de 1943.
Su prolongada y brillante contribución a la maquinaria bélica alemana costó no pocos problemas a Ferdinand Porsche, que estuvo a punto de ser procesado en los juicios celebrados al terminar la guerra, pero al final quedó al margen.
No todos los vehículos que desarrolló en los años 40 fueron militares. Todavía pueden verse en funcionamiento numerosos ejemplares de su robusto Type 111/112 Volkstraktor, un tractor agrícola con motor bicilíndrico en V refrigerado por aire, 1.700 centímetros cúbicos y 15 caballos de potencia.
Incluso en la actualidad y muy alejados de la época nazi, la marca Porsche trabaja en la industria militar, colaborando en el desarrollo por ejemplo el moderno carro de combate Leopard II para el ejército alemán y los países la OTAN.