EUROPA, INSENSIBLE
Lo que está ocurriendo este invierno, por segunda vez, con las entradas de refugiados en Turquía pone de manifiesto la falta de sensibilidad que hemos adquirido en Europa. La solución no pasa por meter muchos millones en ese país y prometerle su adhesión a la UE. La solución pasa por arreglar en los países de origen los problemas que están padeciendo y tratar de evitar esas interminables guerras. Si esa solución ya no es posible porque, una vez más, hemos llegado tarde, adoptemos otras medidas un poco imaginativas. Que cada país asuma la entrada de un número de repatriados y hagámosles la vida algo más fácil, construyendo no sólo casas, sino todas las infraestructuras para poder asumir un buen número de esas personas. Si los 28 nos ponemos de acuerdo se puede arreglar y mientras tanto tratemos de pacificar ese foco de odio y destrucción.