Vuelve a subir la gasolina

Los precios de los combustibles se encuentran en su precio máximo del año. Han subido nuevamente y han comenzado una escalada que no parece tener relación con ningún motivo geopolítico o económico. Los combustibles, en sus distintas versiones, las utilizan los gobiernos para sacar una buena partida de ingresos por impuestos. España es de los países donde llenar el depósito del coche es un lujo, lo ha sido siempre, pero parece que en momentos que se podrían aprovechar para mejorar el precio de las gasolinas no se actúa directamente. El litro de gasolina en este momento se sitúa de media en 1,318 euros; el gasóleo, se paga a 1,20 euros. Llenar el depósito de 50 litros nos costaría en este momento casi 66 euros, mientras que a comienzos de año se pagaba a 57,5 euros. El principal motivo de la subida de los combustibles es el coste del barril de Brent y efectivamente hemos pasado de los 46,5 dólares en enero de este año a los casi 64 y en ese sentido estaría justificada la subida de los carburantes. Sin embargo, lo que no se ha visto ha sido la repercusión de las bajadas del precio de barril de Brent que fueran proporcionales con un menor precio en las gasolinas. En definitiva, la intervención del Gobierno en este sentido no ha sido la adecuada y el manejo de precios e impuestos es mejorable.

Deja tu comentario

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.