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El drama de Aurah Ruiz: "El tratamiento de mi hijo cuesta más de 3.000 euros al día"


    Informalia

    Aurah Ruiz fue expulsada de GH VIP el jueves pasado y, seis días después, ha concedido una entrevista en la que abre su corazón y habla de la "enfermedad rara e incurable" de su hijo Nyan, fruto de su relación con Jesé Rodríguez. La ex tronista reclama al futbolista que asuma su responsabilidad para luchar contra la afección del pequeño y rememora los meses tan duros que pasó tras su nacimiento.

    "Mi hijo de 19 meses tiene una enfermedad rara e incurable en el nivel más grave. Hay que estar 24 horas pendiente de él, controlando la hipoglucemia. Es grave a nivel neurológico. Hasta los tres años necesitará muchísimos cuidados. Entré en GH VIP para dar a mi hijo otro tratamiento y buscar algo fuera de España", ha confesado Aurah a Lecturas.

    Al parecer, hay un tratamiento para el bebé en Estados Unidos, pero no es barato, ya que ronda los 3.000 euros diarios: "Cuando estábamos juntos, el padre de mi hijo y yo nos pusimos en contacto con un hospital de allí. Jesé aceptó llevarlo, pero luego reculó (...) A mi hijo le han hecho dos operaciones en Madrid, sin eso tendría que haber estado ingresado de por vida".

    En su charla con el medio, la joven ha recordado cómo conoció a Jesé y la infidelidad del jugador del PSG: "Pidió mi número de teléfono y poco a poco nos fuimos conociendo. Pasamos unas navidades juntos con su familia. Yo estaba en Madrid sola y me enamoré (...) Llevaba cinco meses con él cuando quedó con la madre de su primer hijo y la dejó embarazada. Le perdoné".

    Tras vivir en Madrid, ambos se trasladaron a París cuando el extremo fichó por el PSG. Allí se quedó embarazada. Nueve meses después, nació Nyan. "Tuve un parto prematuro por cesárea. Cuando me subieron a planta vi a mi familia muy afectada. Me decían que iba a ver al niño en unas condiciones que no me iban a gustar. El niño estaba en una situación crítica, o vivía o no. A la semana respondió", ha contado.

    La situación fue muy dura para ella: "Iba en silla de ruedas del hospital a neonatos, mi hijo estaba en una incubadora. Durante 16 días no me moví de ahí, me senté en una silla de plástico, me acuerdo del olor a neonatos", ha recordado entre lágrimas. "Llegué a consumirme, perdí un kilo y medio por día. Lo pasé muy mal (...) Las enfermeras estaban asustadas, llamaban a mis padres. No podía coger a mi hijo, no podía ni tocarlo", ha alegado.

    El paso de los meses no hizo más que complicarlo todo: "Ahí Jesé nos apoyaba. Se había ido para la pretemporada y hacía muchos esfuerzos para venir. Fue un padrazo (...) A los tres meses, me advirtieron que iba a estar ingresado un año como mínimo. Perdía la ilusión, sentía hasta ganas de morirme. Me sentí culpable. Mi bebé estaba sufriendo. Le hacían cosas muy duras. Hasta los diez meses, mi hijo solo conoció el sufrimiento, y yo tenía que presenciarlo porque era algo que le tenían que hacer a diario. No sé cómo lo hice pero no me hundí. No necesite ni psicólogo", ha asegurado Ruiz.

    El traslado fallido del bebé a Inglaterra, donde Jesé había iniciado una nueva aventura en el fútbol, y su llegada a Madrid, lugar en el que le operaron, fue el preludio a su inesperada ruptura: "Nunca entendimos que después desapareciera. Él tenía locura por el niño y por mi. Cuando me dejé me enteré por mi padre. En Instagram comunicó que ya no estábamos juntos, me humilló públicamente, no lo entiendo. Estaba en el hospital, yo hacía la noche y la pasaba despierta con mi hijo. Me dio tiempo de llorar una hora. No me puse en contacto con él".

    Aurah se quedó sola en Madrid: "Pensaba: '¿Qué hago para mantener a mi hijo?' No tenía salida, veía sufrir a mi hijo día tras día. La enfermedad es durísima. Me quedé sola en el hospital de Madrid. Mi familia estaba en Canarias, trabajando. Cuando mis padres se pasaban una semana sin venir, a lo mejor me tiraba dos días enteros despierta. Se me iba la cabeza. Durante unos meses solo comía cosas de la máquina, no podía salir de la habitación, no tenía un baño -era una bañera de niño compartida con la habitación de al lado-, me aseaba con toallitas, no podía dejar solo a mi hijo y no podía ir a la ducha. No había una pared, eran cristaleras y se oía todo. Estar en la cárcel sería mucho mejor que estar ahí. Todo el mundo se iba y mi hijo y yo seguíamos ahí".

    Tan dura era su situación que incluso durmió en el coche: "Llegué a dormir unos días en el garaje del hospital, en el coche. Me moría de frío; era cuando mi padre podía venir. El coche era mi casa. Ahí guardaba mi ropa, era mi armario", ha relatado la joven.

    Mientras que ella vivía semejante drama, Aurah acusa a Jesé de gastarse 500.000 euros en una semana. Ahora tienen un convenio regulador y Jesé tiene que pasar 4.000 euros al mes a su hijo: "Le he pedido lo mínimo, solo para las necesidades vitales. Dada la enfermedad de mi hijo, también buscaba no arruinar a mi familia. Mi padre se ha gastado 20.000 euros. Los aparatos que necesita mi hijo no son baratos y no están subvencionados".

    Por último, Aurah, que aún tiene un juicio pendiente con Jesé por injurias y calumnias, también ha recordado su anterior relación con un hombre al que acusa de malos tratos: "Sufrí malos tratos en una relación anterior a Jesé. Empezó con un empujón. Me pidió perdón, pero siguió hasta que me escapé", ha sentenciado.