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Cayetana y Mara, mujer e hija de Fandiño, le despiden este lunes en Orduña
Informalia
El torero de 36 años falleció este sábado tras sufrir una cornada en Aire Sur L'Adour, Francia. El vizcaíno presentaba daños irreversibles en el hígado y en el tórax que acabaron finalmente con su vida. Este lunes será incinerado en Orduña, donde se celebrará un funeral al que acudirá su viuda Cayetana García, con la que tenía una hija de dos años, Mara.
Cayetana García Barona aterrizó este domingo en Francia para dar el último adiós a su marido, con el que estaba casada desde 2014. Ambos se conocieron al compartir su pasión por el toreo y la ganadería, unos gustos que les hicieron coincidir en varios eventos y corridas.
Un año después de pasar por el altar, tuvieron a la pequeña Mara, la alegría de la casa, con la que Cayetana tiene sus redes repletas de imágenes. Estampas familiares que a Fandiño le encantaban, pues su entorno afirma que era un hombre íntimo, de estar con los suyos.
Cayetana es ecuatoriana, de Riobamba, una tierra por la que siente verdadera devoción, tal y como también denota su perfil de Twitter. Allí creció con esa tradición ganadera, pues su padre Luis Fernando García, es dueño del famoso hierro Campo Bravo. Es una mujer de costumbres, tradicional y también asidua a estar con sus más cercanos. Ahora, rota de dolor, Cayetana tendrá que enfrentarse a la vida sin el hombre de su vida y criar a su hija en solitario, con el recuerdo de su padre siempre presente.
El funeral de Fandiño será íntimo, "como a él le hubiera gustado", dicen desde su entorno a El Español. El torero será incinerado a las 18:30 de este lunes en su Orduña natal.
Aunque aún no se ha publicado ningún parte oficial, Poirier, jefe de servicios del hospital de Layné Mont de Marsan, ha relatado que las heridas que sufrió el joven "eran irreversibles". El torero fue consciente en todo momento de la gravedad de la cogida, e incluso pidió a los presentes que se dieran prisa por trasladarlo al hospital "porque me estoy muriendo".
El vizcaíno se convierte así en el segundo torero español muerto en la plaza en lo que va de siglo XXI, tras el fallecimiento del segoviano Víctor Barrio hace menos de un año en similares circunstancias.