Moda

Con la pajarita, el tamaño sí que importa


    Nuria Hernández

    Tras años de historia, experimentos y altibajos, el complemento masculino por excelencia resurge más grande que nunca para adueñarse de los looks de día. Llega la época además de las bodas y las comuniones y la pajarita se ha puesto de moda entre el público más joven, ya que es una manera fresca y divertida de dar un toque de color a un traje más formal. Pero, ¿de dónde viene el uso de este accesorio que ahora regresa con fuerza en el outfit masculino?

    En el siglo XVII, el ejército croata cerraba, a falta de botones, el cuello de sus blusas con un lazo al que llamaban 'hrvatska'. A pesar de estar muy lejos de ser un factor ornamental, cuando los soldados entraron en Francia (referente en moda ya en aquellos años), al rey Luis XIV le hizo especial gracia el complemento y mandó crearlas con el emblema real para su formación: nacía en las filas de batalla la primera versión de pajarita y la mayor tendencia en moda de la época.

    La evolución de este lucido complemento llegó un siglo después de la mano de los americanos, quienes crearon la elegante 'bandanna', un pañuelo estampado que se enrollaba alrededor del cuello y terminaba delante con un gran lazo. Su fama llegó a Inglaterra, donde Lord Brummel, el dandy de la época, dejó clara su obsesión por las mismas y sus distintas formas de atarlas. Tal fue el éxito por buscar la forma más original de anudarlas, que un periódico publicó un listado con infinidad de nudos y como realizarlos.

    Desde entonces, su evolución en colores, texturas, estampados y (sobre todo) en formas de uso, fue arrolladora. Hasta que en los 80? los universitarios del Oxford University Exeter College decidieron atárselas definitivamente al cuello para distinguirse y convertir la pajarita en un signo inequívoco del estilo británico, marcando un 'antes y después' en la historia de este pequeño lazo.

    Pero no todo ha sido un camino de rosas en la larga vida de las pajaritas; durante el último cambio de siglo perdieron mucha presencia en el día a día por considerarse exclusivas para combinar con esmoquin. Por el contrario, hoy su democratización en el mundo de la moda y las tendencias más hipster y preppy, han hecho que su resurgir esté cada vez más en alza, recuperando texturas y estampados que ya triunfaron en los años 50.

    El complemento masculino por excelencia se adueña, cada vez más, de los outfitts de día agrandando su tamaño y ocupando de este modo, un lugar determinante. Algunas firmas de moda para hombre, como Toro de Osborne, han creado para su colección primavera-verano 2017 dos modelos XL con formato clip, en seda fucsia y navy, con motivos estampados en blanco y rosa respectivamente, perfectas para dar un toque a looks desenfadados con camisas vaqueras o combinadas con jeans.