Charlene de Mónaco reaparece (triste) enfundanda en un Dior de ensueño

Parece que la máxima función de la Princesa es acallar rumores de crisis en su matrimonio. Y lo ha vuelto a hacer para rendir homenaje a la que hubiera sido su suegra.

Charlene ha reaparecido con el mismo semblante y triste que de costumbre en la entrega de los Premios Princesa Grace en Nueva York. Lo ha hecho en compañía de su marido, el príncipe Alberto, y con un aspecto que bien podría ser el de toda una diva de Hollywood, como lo fue Grace Kelly.

La princesa triste, como muchos la llaman, eligió de nuevo el color blanco para deslumbrar en la alfombra roja, como suele hacer en las grandes ocasiones. Esta vez, Dior fue la firma elegida por Charlene y estaba radiante con un diseño en crepe de seda, largo, con cola, manga larga, cuello barco y pequeñas hojas verdes decorando el tejido de la falda y la solapa del escote.

Como único complemento, unos maravillosos pendientes largos de platino y brillantes, que destacaban su largo cuello y aportaban sofisticación a un look sobrio y elegante.

Además, la cuñada de Carolina de Mónaco lució un nuevo corte de pelo, más a lo 'garçon' con un mínimo de flequillo que peinó hacia un lado de la cara. Los labios rojo sangre fueron el único toque de color en su maquillaje, ya que para el restro del rostro optó por los tonos 'nude'.

Durante su estancia en Estados Unidos, el mismo Príncipe Alberto ha explicado a People que ha adquirido la residencia de Filadelfia donde su madre pasó su infancia y que en breve podría convertirse en sede de la Fundación Princesa Grace.